Rolando Arreola destaca en su columna que Primoz Roglic ha decidido centrarse en su recuperación y en su preparación para el Tour de Francia y los Juegos Olímpicos.
En opinión de Rolando Arreola, la caída de Wout van Aert es un recordatorio de la dualidad del ciclismo: un deporte de belleza y brutalidad, de desafíos y resiliencia.