Hemos sido testigos de los buenos deseos manifestados en las distintas reuniones de diferentes sectores de la industria de la aviación, sin embargo, a veces se han quedado en eso, en buenos deseos. Todas están de acuerdo y llegan a las mismas conclusiones, tanto en las asambleas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), como las cumbres que tuvieron los miembros de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), y la propia Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), todas coinciden en la misma idea: aprovechar el repunte en la demanda de viajes.

Una excelente idea, pero en estas reuniones tocaron la evidente falta de personal aeronáutico como un tema lejano, y no como algo que hoy por hoy les está quemando los pies. El caos es de tal calado en Europa, que este verano pinta más que caliente. Por supuesto, esto no se quedará constreñido al viejo continente. Veremos y padeceremos las respectivas repercusiones en la aviación de todo el mundo.

Ahora los vuelos van llenos, pero los problemas siguen para aerolíneas de todo el mundo

Tengamos presente el descontento que los trabajadores han manifestado respecto al cansancio por trabajar largas horas de jornada con una compensación recortada; ahora los vuelos van llenos, pero las empresas siguen usando al Covid como pretexto para mantener los recortes salariales. La filial belga de Lufthansa, Brussels Airlines, canceló 700 vuelos para evitar las huelgas de verano, e intenta reducir la carga de trabajo del personal activo, para evitar que paralicen el trabajo.

Del otro lado del océano las cosas han llegado a tal grado que el director de operaciones de EasyJet, Peter Bellew, ha dimitido a su cargo ante las huelgas que están ya fuera de su control.

Podríamos pensar que este desorden es un tema exclusivo de países como España, Reino Unido u Holanda, ya sea por el tema de huelgas por parte del personal de las aerolíneas, o por falta de personal de seguridad en las terminales aéreas, pero no es así. A esta lista se suma la aerolínea SAS, perteneciente a Suecia, quien ha anunciado la cancelación de la mitad de sus vuelos ya que se avecina una huelga de pilotos; según los sindicatos de la aerolínea, unos mil pilotos de Dinamarca, Suecia y Noruega se sumarán a la protesta, lo que podría afectar a unos 30 mil pasajeros al día.

Por si esto no fuera suficiente, según Lufthansa, que es la mayor aerolínea de Europa, afirmó que una oleada de infecciones por coronavirus agravó la escasez de personal, la guerra en Ucrania ha restringido el espacio aéreo en Europa, provocando “cuellos de botella en los cielos”, y las huelgas solo contribuyen al problema. La aerolínea cerró indicando que si bien el sector está buscando recontratar a miles de empleados, esto recién logrará estabilizar las operaciones durante el invierno.

Y esto es apenas el comienzo, pues estas cancelaciones y retrasos afectan a los vuelos de este lado del Atlántico, tan solo este fin de semana en Estados Unidos cancelaron más de mil 400 vuelos y más de 14 mil vuelos se retrasaron.

Por lo pronto los pilotos de Delta Airlines comenzaron a protestar, pues están frustrados con las condiciones de trabajo actuales. Muchos de ellos se ven obligados a trabajar horas extras para cumplir con las demandas de los vuelos.

Ante este panorama, habrá que sumar uno más: muchos de los trabajadores de la industria aeronáutica tienen como prestación boletos con cierto descuento, estos están obviamente sujetos a espacio, se supone que no se deben de vender pues son para uso del trabajador.

Sin embargo, muchos aprovechan esta prestación para obtener un ingreso extra y venden sus boletos a terceras personas, por lo que muy pronto estaremos observando pasajeros “varados”, ya sea aquí en la Ciudad de México o desde alguna ciudad de Europa a donde vaya la aerolínea, y como son boletos sujetos a espacio, tardarán varios días en irse o regresar. Este fenómeno se dio antes de la pandemia, y su punto más álgido fue en 2016, cuando se quedaron más de 200 pasajeros varados en Madrid por espacio de dos semanas.

El periódico El Economista lo registró así: “Los afectados refieren que ya son cerca de 200 personas sin vuelo de regreso en plena temporada alta. Y cada día llegan más. La mayoría de ellos tienen un punto en común: adquirieron un boleto a bajo costo, llamado sublo, que la aerolínea otorga como prestación para los trabajadores y sus familiares. Aunque también hay casos en que fue revendido por personal de la aerolínea.”

No dude que estas escenas están por regresar, pues orillados por los recortes salariales, muchos de los trabajadores de la aerolínea “venden” sus boletos. En el pasado la empresa Aeroméxico llegó a cancelar esta prestación, pero al día de hoy está vigente.

El caos aeronáutico parece no tener fin

Como lo vengo comentando, el caos aeronáutico parece no tener fin y al contrario, todo indica que se seguirá agravando; por lo menos en nuestro país el caos no ha alcanzado las dimensiones dantescas que sí han tenido en Europa.

Mientras le puedo decir que la quinta ola de Covid está afectando a los trabajadores de la industria, y los contagios están a la orden del día. Así que si le cancelan un vuelo por falta de personal, es que están enfermos.

Parece ser que la IATA, OACI, ALTA y demás organizaciones de turismo echaron a andar antes de tiempo las campanas al vuelo, en cuanto a la recuperación de la industria.

Si bien es cierto que la demanda está aumentando, la crisis por la cual está atravesando el sector no permite que la recuperación de la industria aeronáutica este cerca. Nada es automático, antes de cantar victoria, vale la pena ampliar el campo de visión. No podemos darnos el lujo de que las ganas de recuperación nos hagan obviar situaciones importantísimas.

Por cierto, el rumor ya es muy fuerte de que se vienen cambios dentro de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, pues el Ing. Arganis, según cuentan, no ha dado…el ancho, estaremos atentos.