La Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH) condenó a México por ser responsable en la violación sexual, tortura y muerte de Ernestina Ascencio, acaecida el 26 de febrero de 2007.
“La Corte IDH declaró a los Estados Unidos Mexicanos responsable internacionalmente por la violación sexual y graves lesiones perpetradas en el 2007 contra la señora Ernestina Ascencio Rosario”
Ernestina Ascencio fue una mujer indígena náhuatl monolingüe de 73 años, habitante de la comunidad de Tetlalzinga, Veracruz, cuya muerte fue atribuida a una violación por miembros del Ejército Mexicano.
Corte IDH condena la falta de investigación y atención médica en el caso Ernestina Ascencio
En su comunicado de prensa, la Corte IDH concluyó que la violación sexual y las graves lesiones, así como la falta de atención médica, causaron la muerte de la señora Ernestina Ascencio Rosario.





De igual manera, este organismo determinó que México no cumplió con las investigaciones pertinentes para garantizar el acceso a la justicia para los hijos de la víctima.
La agresión por parte de militares habría ocurrido un día después de instalarse un campamento del Ejército cerca de la vivienda de Ernestina Ascencio, como parte de la estrategia contra el narcotráfico desplegada en el 2006.
Tras la agresión, la familia de la mujer buscó atención medica durante casi 10 horas, hasta ser recibida en el Hospital Regional de Río Blanco sin un intérprete disponible, donde falleció a las 6:30 horas del 26 de febrero de 2007.
Por estos hechos, la Corte IDH determinó que el Estado violó el derecho de la señora Ascencio Rosario para recibir una atención en salud accesible, además de que no cumplió con la investigación pertinente en caso de violencia sexual.
La Corte concluyó que la investigación no incorporó perspectivas de género, étnica ni etaria; fue cerrada prematuramente, sin haberse agotado las líneas de investigación necesarias; y se basó en motivos permeados por estereotipos étnicos, etarios y de género, que a su vez fueron replicados por altas autoridades del gobierno mexicano, incluido el entonces Presidente de la República (Felipe Calderón)"
Tras la muerte de Ernestina Ascencio, Felipe Calderón, entonces presidente de México, respaldó la versión oficial de que Ernestina no murió por una agresión sexual, sino por problemas de salud relacionados a una gastritis.

