Good Boy es una de las propuestas más inusuales del cine de terror en 2025.

Dirigida por Ben Leonberg en su debut como realizador, la película se atreve a narrar una historia de horror desde la perspectiva de un perro, Indy.

La historia de Good Boy no muestra héroes ni villanos claros. Solo Indy, un perro que intenta entender el caos que lo rodea.

El resultado es una fábula sobre la fidelidad, el abandono y el trauma compartido entre especies.

A continuación te dejamos nuestra tradicional reseña de 5 puntos:

  1. La premisa de Good Boy es tradicional pero con un interesante giro
  2. La dirección de Good Boy es perfecta
  3. El estilo visual hace magia en Good Boy
  4. Indy es la gran estrella de Good Boy
  5. Good Boy trata de ir más allá de una película de terror

La premisa de Good Boy es tradicional pero con un interesante giro

Aunque se ha vendido de forma diferente, la realidad es que la premisa de Good Boy es tradicional; pero con un interesante giro, el cual está muy bien llevado.

La película es una clásica historia de casas embrujadas, donde Todd y su perro Indy van a la antigua granja de su abuelo, luego de que se diera una inesperada noticia.

Como era de esperarse, dicho lugar está embrujado; lo interesante aquí es que mientras Todd no sabe lo que está pasando, Indy puede ver a los espectros que acosan a su dueño, por lo que trata de defenderlo.

La película nos pone en un estado de estrés y ansiedad, al ver todo desde la perspectiva del perro, quien busca desesperadamente ayudar a su amigo humano, con el inconveniente que este no entiende al animal.

Good Boy

La dirección de Good Boy es perfecta

Si bien no es la primera película que nos muestra el punto de vista de un perro, la temática hace que la dirección de Good Boy es perfecta, ya que logra capturar la esencia de la mascota.

Ben Leonberg opta por una estética cruda, casi documental, que recuerda al cine de guerrilla.

La cámara en mano, los encuadres cerrados y el uso de visión subjetiva generan una atmósfera claustrofóbica. El espectador no solo observa a Indy, lo acompaña, lo habita.

Aunque hay planos en tercera persona, la idea de la película es que nos convirtamos en el perro y experimentemos todo lo que él ve a lo largo de su aventura, cosa que se logra de manera bastante afortunada.

Good Boy

El estilo visual hace magia en Good Boy

Donde mejor se refleja la gran dirección, es que el estilo visual hace magia en Good Boy, pues se concreta una inmersión total en la obra.

Esto debido a que la historia se construye a través de gestos, sonidos y silencios, pues nuestro protagonista no habla como tal.

El lenguaje corporal de Indy es más elocuente que cualquier diálogo humano.

Así la cámara se coloca a su altura, la edición privilegia sus reacciones, y el diseño sonoro amplifica su respiración, sus pasos, sus temores.

En relación a este último, el sonido amplifica la ansiedad, el desconcierto y la tensión. Cada ladrido, cada crujido, cada respiración cuenta.

Good Boy (2025)

Indy es la gran estrella de Good Boy

Pero nada de lo anterior valdría de no ser porque Indy es la gran estrella de Good Boy, contando con un carisma natural.

No es solo un perro, es el corazón de la película, y su actuación es conmovedora. La cámara lo sigue como si fuera un niño perdido, y el espectador se ve obligado a empatizar con él.

Aunque la mascota por sí misma desprende una ternura que te hace ponerte de su lado automáticamente, esta no entra en juego en la narrativa de la película.

Aquí nada es adorable ni hay comedia. Hay miedo, lealtad y dolor. Indy representa la inocencia atrapada en un mundo que no puede comprender.

Good Boy (2025)

Good Boy trata de ir más allá de una película de terror

Algo a destacar es que la película plantea preguntas profundas, pues Good Boy trata de ir más allá de una película de terror.

Hace que el público se cuestione desde el mismo título, ya que nos habla de lo que significa ser “un buen chico” cuando el mundo es cruel.

Además de que nos da una idea de lo que ve un perro cuando su familia se desmorona, y cómo su amor incondicional se enfrenta a un trauma tan grande.

La película funciona como una alegoría sobre el abandono, la violencia doméstica y la resiliencia animal. Indy no entiende lo que ocurre; pero permanece leal. Esa lealtad, en medio del caos, es el verdadero horror.

Good Boy, nueva película de terror

¿Vale la pena Good Boy?

Fuera de lo que se vea en los tráilers o lo que se ha dicho de ella, Good Boy no es una película fácil. Es incómoda, emocionalmente intensa y narrativamente arriesgada.

Pero también Good Boy es una de las propuestas más originales del cine de terror reciente.

Siendo la muestra de que un género que, irónicamente se creía muerto, en este 2025 ha sabido reinventarse, destacando sobre las mega producciones y grandes franquicias de Hollywood.

Si el espectador se atreve a entrar en su universo, encontrará una experiencia única, conmovedora y profundamente humana, contada por un perro.