“La razón es mi augurio y mi pronóstico de lo futuro; ella me ha servido para adivinar y conocer.”

OVIDIO

“ENERO

Día 1.º

Entró en mi cuarto de un brinco;

me miró con faz severa,

y me habló de esta manera

el año sesenta y cinco:

-«Sin razón quejas exhalas,

porque mi vuelo apresuro:

tienes un medio seguro

para arrancarme las alas.

Si escribiendo te señalas,

si tu inspiración recobras,

no experimentes zozobras

al perderme; que a tu lado

siempre estaré transformado

en el fruto de tus obras».”

ADELARDO LÓPEZ DE AYALA

Desde que se inventaron los pretextos, se acabaron los…, reza el refrán. Pues bien, pareciera que en el INE, comandado por Guadalupe Taddei, esa es la máxima que siguen a partir de hace poco la mayoría de los consejeros. Todo para no molestar —ni con el pétalo de una rosa, diría mi abuela— a López Obrador y al partido en el poder.

Ante las múltiples y variadas quejas de Movimiento Ciudadano, del PAN, del PRD (creo que el PRI no presentó ninguna), el INE rechazó sancionar al Ejecutivo federal por manifestar —y llamar a votar— por una de las opciones de voto que tendrá la ciudadanía en el 2024. La mayoría de los consejeros —hubo excepciones— salieron con la chorrada de que “como las expresiones del Ejecutivo, resumidas como el Plan C para ganar mayoría calificada en el Congreso, son referentes a la Legislatura Federal de 2024 y no a los procesos electorales en curso”, no hay nada que castigar.

Cantinflas lo hubiera hecho mejor. Solo les faltó decir esto: “pide el voto, pero como no lo pide para este año, no afectará en este y, por lo mismo, no importa”. Así de ilógica su interpretación. Decir que la argumentación en comento raya en lo estúpido, no es suficiente. Aquí le paso al Consejo General del Instituto una versión un poco más “austera”: “sí pide el voto, pero como es para el próximo ciclo electoral, que empieza este primero de septiembre, por ahora preferimos hacernos tontos”.

Las consejeras Rita Bell López y Claudia Zavala, presidenta de la Comisión de Quejas y Denuncias del órgano constitucional, marcaron su distancia de tan peregrina justificación. Claudia Zavala señaló que las expresiones de López Obrador: “contraponen la transformación con un sistema, hace un juego de palabras” y por ende “sí es un actuar viciado de ilicitud”.

La misma pusilanimidad tuvieron los consejeros ante las quejas y señalizaciones en contra de las corcholatas de López Obrador: Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y también, aunque en menor medida, Ricardo Monreal. La mencionada comisión del INE rechazó implementar medidas cautelares contra los pre candidatos por “presunta” campaña anticipada. Poco importaron que se acumulan ya cuantiosas denuncias por muy diferentes razones (por eventos, espectaculares, difusión de periódicos, revistas —y libro—, todos buscando posicionar a dichos individuos). Tampoco que las pruebas de sus hechos abundan.

El Consejo General se ha instalado en modo Taddei: “agrademos a la 4t” y, sobre todo, “nademos de muertito”. Ya ni siquiera como el chinito —“nomás milando”—.

Para no quedar mal con ninguno, prefirieron actuar a la comparsa que se toca en Palacio sin darse cuenta que, con esa tibieza a la hora de sancionar (cobardía en realidad), todos los candidatos podrán ser también vulneradas en sus derechos políticos. Sí, desde el atril mañanero, cuando López Obrador decida empezar a señalarles como hipócritas, traicioneros o cualquier lindura que ya le conocemos.

Es más, sin querer o queriendo, Gerardo Fernández Noroña ya se dio cuenta de ello y empezó a reclamar al grado de decir que “López es peor que el INE. El INE te registraba aunque te hiciera chingaderas”. A él y a cualquiera que aspire a un cargo de elección popular en el 2024 le tengo noticias: el Consejo General del INE en modo Taddei va a sujetar su registro a la decisión de Palacio. ¿Permitir que los registros pulvericen el voto de la 4t? Por supuesto que no. El mensaje lleva nombre y apellido: Gerardo Fernández Noroña. Es y ha sido excluido como corcholata para las elecciones del 2024. Él insiste que el pueblo decide, cuando que “el pueblo elector” reside en Palacio Nacional y no lo apoya.

Claro es que, a estas alturas, para la oposición en particular las decisiones del INE debieran prender ya luces de alarma. No los veo muy alertas, no obstante. El Instituto ya avisó que en el 2024, como en este 2023, las elecciones serán tierra de nadie (o sí, pero del presidente de la República, de los militares y del narco; y no sé si en ese orden).

Con este tipo de decisiones, pero en particular con este tipo de argumentaciones, el Instituto Electoral avisa cómo operará para el 2024 y el alcance que tendrá como autoridad electoral: ninguno. Los mismos consejeros contribuyen a anular al INE anulado. ¡Qué vergüenza!

El INE en modo Taddei ya nos debe. Empezando por cumplir con los nombramientos del Secretario Técnico y 14 unidades más (direcciones y coordinaciones). Hasta ahora, no ha logrado reunir los votos necesarios en el Consejo General del INE para nombrarlos. Y si bien no tiene fecha límite, este 1º de septiembre inicia el año electoral y será necesario tener un cuerpo electoral completo para poder garantizar elecciones libres, secretas, imparciales en todo el territorio nacional. Como va, en modo Taddei, el pronóstico es reservado.