“De que la perra es brava, hasta los de casa muerde.”

REFRÁN / ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

“Me tienen como perro de rancho: me amarran en las fiestas y me sueltan en las broncas.”

DICHO MEXICANO

Primero Layda anunció muy ufana: “atención Monreal, nos vemos a las 8pm en el #Martes del Jaguar”. Menos de 18 horas después, difundió en sus redes sociales que, para no generar malas interpretaciones, no tocaría el tema y también bajaría el anuncio al respecto. Tiempo después dio a conocer que siempre sí; que hará su programa sobre Ricardo Monreal para contestar a sus acusaciones. En otras palabras: lo que inició con bombo y platillos, pasó luego a una llamada de atención. Ya el porqué del fast-forward más adelante, solo podemos imaginarlo…

Sabemos bien que la pelirroja —es un decir— gobernadora de Campeche no se manda sola. Por encargo presidencial, vía Morena, utilizó su programa para atizar a Alito Moreno. Y este, para evitar mayor golpeteo, prefirió votar junto con la 4T por la prolongación de las Fuerzas Armadas en las calles hasta 2028 (llegando a decir que esta última iniciativa era idea del Revolucionario Institucional. Ajá…), así como por la incorporación de la Guardia Nacional al Ejército.

El anuncio inicial de Layda recibió contestación por parte del presidente de la JUCOPO, el senador y suspirante zacatecano a corcholata, Ricardo Monreal, quien en sus redes dijo en un video: “La sucesión anticipada está provocando guerras intestinas y esto puede poner en riesgo que nuestro movimiento ratifique su triunfo en 2024. Tengamos cuidado, para no adentrarnos en caminos sin retorno”.

Al buen entendedor pocas palabras. Que, en política, sería algo así como: “por cada cosa que digas sobre de mí, tengo varias sobre de ti y la 4T (¿un hackeo al jaguar?)”. O bien, “puedo descarrilar el proceso sucesorio si me lo propongo”. El asunto es que ambos personajes (Monreal y Sansores) han resultado útiles por distintos motivos al inquilino de Palacio.

Monreal ha logrado la aprobación de iniciativas que se veían imposibles (si bien Adán Augusto López quiera colgarse el mérito de algunas de ellas). Layda, por su parte, asustó a Alito junto con medio PRI de forma más que ilegal, y conocemos los resultados. No es poca cosa.

Uno supondría que Palacio Nacional ya calculó hasta qué punto el zacatecano podría contestar con evidencias de corruptelas, cochupos y una larga estela de problemas y señalamientos sobre la campechana y Morena, tanto en el Senado de la República como por su paso en la alcaldía Álvaro Obregón. También, que ese mismo cálculo —tomando en cuenta los humores y las posibles decisiones y reacciones de López Obrador— está haciendo Ricardo para operar en favor de sus intereses.

En otras palabras, que lo que puede ventilar Layda Sansores, lo mismo o más puede ofrecer Ricardo Monreal.

Tal vez, en el proceso no lineal de esos cálculos —quiebres, polarización, ganancias, pérdidas— el tabasqueño pidió apagar el programa y calmar a Monreal, para luego recular. El fiero jaguar tiene más idas y venidas que inflaciones y des inflamaciones de los labios y pómulos botoxeados de Layda. Un “tierno” gatito listo a lanzarse sobre su presa.

El traidor Ricardo Monreal —así lo considera el lopezobradorismo— ha aguantado embates en el Senado que buscan tumbar su coordinación. Ha soportado más de un año el frío de Palacio Nacional, pues no lo invitan a desayunar y tampoco es considerado corjolata presidencial (no obstante Monreal se ve como el único candidato que puede darle continuidad a la 4T y hasta sumar a la oposición en esa faena).

Es también, por cierto, quien tiene mejor relación con Marcelo Ebrard. Quizá por eso pareciera que se unen ante la guerra interna de Morena donde los consideran ajenos a los “duros” del movimiento…

La hoy alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, señaló que di Layda contemplaba guardar silencio era por su acuerdo con Claudia Sheinbaum; “es muy evidente; apoyarla [a la jefa de gobierno de la capital] y pegarle a los que le compiten a cambio de que no la toquen por todos los malos manejos durante su gestión en la alcaldía Álvaro Obregón que hemos denunciado”.

Cierto o no, su hambre insaciable por el show y por aparecer en la TV (lástima que no tenga el mismo ímpetu para gobernar) en parte hace que Layda avance y luego recule. En su ansia de reflectores, más allá de la operación “te callas, reculas, hablas, te desdices”, mostró Layda el espionaje; algo que debe ser penado —igual que se exigió en tiempos de Peña Nieto— y que se debe explicar por lo delicado y violatorio de los derechos humanos.

También dejó ver los tiempos turbulentos, las rupturas y el que en la 4T todos tienen algo que ocultar.

Es probable que Morena se canibalice. Es un proceso que de hecho ya ha iniciado dejando fuera a tantos consejeros; los ataques entre las corcholatas solo se agudizarán. Todo lo que López Obrador busca para quedarse más tiempo tras el mando… Políticos, al fin y al cabo. Con el hambre y sed de continuar en el poder; dispuestos a todo con tal de desacreditar al contrincante.

En fin, tristemente veremos de cuál cuero salen más correas. Esa nuestra política nacional. Muy poco seria, muy poco constructiva.