Resultó cierto. Raúl Araiza termina con su novia, la actriz Margarita Vega; “sí pesaron los 21 años de diferencia”, admite el conductor de programa Hoy.

A través de una entrevista concedida a la revista TV Notas, Raúl Araiza asegura que él tomo la decisión de separarse y revela que la razón principal fue la diferencia de edad.

Sobre todo porque a estas alturas de su vida, a Raúl Araiza, de 57 años de edad, no le gusta que lo regañen y mucho menos quieran limitar su vida social.

También puedes leer

“No tuvimos conflictosm, pero sí diferencias en proyectos de vida”, revela el también conductor de Miembros al aire.

Raúl Araiza y Margarita Vega
Raúl Araiza y Margarita Vega (@maravegaoficial / Instagram)

Explica que al ser 21 años mayor que Margarita Vega, sus proyectos no son los mismos. “Ella quiere ser mamá o busca cosas que yo ya viví, entonces yo no podrá ser tan egoísta como para negárselas”, subraya.

Y acepta que ahora prioriza su libertad, mucho más porque estuvo 24 años casado.

Lo más leído de Famosos

Raúl Araiza no quiere volver a casarse

Aunque Raúl Araiza dice estar triste por su ruptura con Margarita Vega, de 35 años de edad, se convence que es lo mejor ya que desde un principio le aclaró que no quiere volver a casarse.

Así como tampoco quiere tener más hijos y debido a que ella aún no incursiona en la maternidad, no quiso ser egoísta.

Y es que ella está desea convertirse pronto en mamá, aún cuando él se realizó vasectomía, por lo que se volvió insistente y esto comenzó a afectar la relación.

“Si le dije que podríamos vivir juntos, pero queríamos cosas diferentes y ya no quiero eso en mi vida”, destacó el compañero de Andrea Legarreta y Galilea Montijo.

[object Object]
Raúl Araiza (Tomada de Video )

Por lo que hoy celebra dejar “volar” a Margarita Vega para que ésta lleve a cabo todos sus planes de vida. “Me quedo con todos los maravillosos recuerdos”, insiste.

Finalmente, Raúl Araiza dice estar tranquilo por la decisión que tomó ya que fue lo correcto para ambos, y aunque ahora es difícil de creer, es un paso hacia la felicidad de los dos aunque sus caminos estén separados.