“Y tengo una mala noticia

No fue de casualidad

Yo quería que nos pasara

Y tú, y tú lo dejaste pasar

No quiero que me perdones

Y no me pidas perdón

No me niegues que me buscaste

Nada, nada de esto

Nada de esto fue un error, uh-oh-oh

Nada fue un error

Nada de esto fue un error, uh-oh-oh

Nada fue un error.”

COTI

Esta es mi segunda columna del día en este mismo espacio y sobre el mismo tema. Mas hace falta, porque así como establecí algunos aspectos en la mañana hay otros en los que debo señalar de plano no coincido con los editores del diario más importante del país en la lectura que hacen ellos hoy.

Antes de decir en qué y por qué, explicaré lo que para mí representa Reforma.

Es un periódico serio y crítico del poder, tanto del de AMLO en la actualidad como del poder que tuvieron Peña Nieto, Calderón, y Fox, Zedillo y Salinas antes.

Reforma ha cumplido con la sociedad mexicana haciendo periodismo objetivo para señalar las faltas cometidas desde la Presidencia de México y, también, desde otros grupos de poder político y económico. Por lo tanto, me indigna cada vez que AMLO señala a Reforma como un diario de la ‘mafia del poder’, enemigo de su gobierno.

Señor presidente López Obrador: Reforma siempre ha cumplido su misión de ser contrapeso del poder para beneficio de la ciudadanía y, de rebote, ha actuado de apoyo a la oposición política, del partido que sea. Cuando usted, AMLO, era opositor, si un diario le dio instrumentos para cuestionar a los gobiernos en turno ese fue Reforma. En gran medida llegó la 4T a la Presidencia gracias a ese diario. Negarlo es absurdo.

Dicho lo anterior paso a una diferencia con quienes editan Reforma: ellos vieron negativa para Claudia Sheinbaum la encuesta que ayer publicaron sobre la Ciudad de México; yo, ya dije por la mañana, la vi mal por cuanto a la evaluación de la gestión de su gobierno en general, pero hay aspectos —muy importantes— donde honestamente hablando no se puede ver más que positiva para Sheinbaum.

Hoy dice la columna Templo Mayor: “Malas calificaciones de Claudia Sheinbaum. De acuerdo con la encuesta de Grupo Reforma, la jefa de Gobierno carga con un fuerte rechazo de la población capitalina: prácticamente la mitad de la gente está entre decepcionada y enojada con ella. Esa mitad de la ciudad considera que no se ocupa de los asuntos de la CDMX por andar en campaña y que, además, está usando recursos públicos para promoverse”.

Creo que, contra lo dicho por la principal columna de Reforma, Sheinbaum gana —así sea por un pequeño margen— en las preguntas más importantes de la encuesta de ese periódico. Gana, punto.

1.- Si hoy fueran las elecciones presidenciales, Claudia vencería a la oposición en la CDMX. Una verdadera hazaña en la megalópolis tan dividida por culpa de la 4T. Esta es la ciudad en la que más se ha organizado la oposición —dos marchas multitudinarias en defensa del INE no dejan lugar a dudas—. No olvidemos que en 2021, en la capital del país, por la polarización generada por AMLO, la alianza opositora derrotó a Morena en la mayor parte de las alcaldías. La ciudad, además, que ha enfrentado terribles crisis en su sistema de transporte colectivo. Que Claudia lleve ventaja en la contienda presidencial casi es un milagro (ya expuse en la mañana la razón que creo explica lo anterior).

2.- La aprobación de Sheinbaum sigue siendo elevada: 58%. Altísima en un cuarto año de gobierno que se ha caracterizado por fuertes problemas en todos los frentes, muchos de ellos derivados de la política de austeridad —austericidio— de la 4T aplicada, sí, en la CDMX. Por cierto, la aprobación de AMLO en la capital según esa encuesta, es de 53%…

3.- Es verdad, la gente cree que Claudia ha usado recursos públicos para promover sus aspiraciones presidenciales, pero la mayoría —así sea, nuevamente, por poco margen— piensa que su campaña electoral anticipada no la ha llevado a descuidar sus funciones administrativas en la capital de México.

4.- Otro dato relevante es que la mayoría de los capitalinos ven que el Metro falla por falta de mantenimiento, pero también una mayoría piensa que Sheinbaum ha aumentado los recursos para hacer frente esa “deuda”. Es decir, si el mantenimiento ha sido deficiente se atribuye en gran parte a rezagos de anteriores gobiernos.

Repito, demasiado poco para que periódico, críticos, oposición echen campanas al vuelo o, lo que es lo mismo, saquen conclusiones erróneas de los números que estamos viendo.