En la Coronación de Carlos III como nuevo monarca del Reino Unido, se hizo presente su hermano incómodo, Andrés de Inglaterra.
Por años, el príncipe Andrés, de 63 años de edad, fue considerado como el favorito de la reina Isabel II, presuntamente por su personalidad bromista y su destacado historial militar.
Ahora, Andrés de Inglaterra, quien ha sido señalado en cortes de Estados Unidos como agresor sexual, se convirtió en uno de los invitados que más nerviosismo causó en la coronación de Carlos III, pero que logró ser neutralizado.













Coronación de Carlos III de Reino Unido: Andrés de Inglaterra se sentó en la misma fila que Harry
Como su sobrino, el príncipe Harry, duque de Sussex, el príncipe Andrés ingresó a la ceremonia de coronación de Carlos III, en la abadía de Westminster, con el resto de la familia real británica.
Pero a la hora de tomar sus asientos, se hizo evidente su estatus de familiar incómodo -o mejor dicho, repudiado-, al haber sido relegado a la tercera fila.
El tercer hijo de la difunta reina Isabel II se sentó junto a sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, quienes estuvieron acompañadas por sus respectivos esposos y al lado de ellos se ubicó el príncipe Harry.

Coronación de Carlos III de Reino Unido: Andrés de Inglaterra lució un atuendo de la más alta orden de caballería del imperio británico
Andrés de Inglaterra acudió a la coronación de su hermano, vestido como la Orden de la Jarretera -la más alta orden de caballería del imperio británico-, atuendo que no pudo usar durante el Jubileo de Platino de la reina Isabel en junio de 2022.
¿El motivo? La acusación de agresión sexual que hizo en su contra Virginia Giuffre, una mujer víctima de tráfico sexual, quien señaló al príncipe Andrés como su violador.
La presencia del Duque de York fue motivo de críticas hacia la familia real británica en las redes sociales.

Los usuarios reprobaron que se le sigan teniendo tantas consideraciones al Príncipe Andrés, pese a las graves acusaciones en su contra, que han dejado una terrible huella en su familia.
Más allá de lasa críticas en plataforma digitales, la presencia del príncipe Andrés en la coronación de Carlos III logró ser casi imperceptible, como se habría planeado.
