She-Hulk llega al universo de series del vasto MCU, como una obra que llamaba más la atención por la polémica de sus efectos visuales y el cameo de Daredevil.

Fuera de esto, en realidad poca gente esperaba algo increíble de She-Hulk, más allá de rellenar el espacio de contenido entre Ms. Marvel y Black Panther: Wakanda Forever.

Sin embargo, y de manera por demás sorprendente, She-Hulk logra desarrollar una temática bastante interesante y divertida que justifica la llegada de Jennifer Walters al MCU.

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Y es el simple y sencillo hecho de que She-Hulk no se toma en serio a sí misma, emulando en mucho a lo que vimos con Deadpool anteriormente; pero con su respectiva distancia y diferencia.

Por lo menos esto es lo que nos dejó tras ver los primeros 4 episodios de la serie.

¿De qué trata She-Hulk?

La primera mitad de temporada de She-Hulk nos pone todo el escenario donde se desarrolla la historia de Jennifer Walters; quien es una abogada que está a un caso de ganar una anhelada promoción.

Sin embargo, las cosas no salen como espera debido a un accidente que tuvo con su primo, Bruce Banner, donde por una coincidencia desafortunada ahora comparte los mismo poderes, convirtiéndose en She-Hulk.

Lo primero que nos deja claro She-Hulk es que se trata de una comedia, aquí no hay aventuras místicas, problemas multiversales o batallas épicas.

De hecho, She-Hulk toma la “seriedad” que tienen las historias de superhéroes y las baja a un plano más terreno, demostrando la ridiculez de estas, haciendo que curiosamente, los problemas se sientan bastante realistas.

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Y es que Jennifer Walters no es una superheroína, es sólo una persona normal que quiere el anonimato; pero que ahora no puede alejarse del mundo de los Vengadores que nunca le ha interesado.

Aquí hay que mencionar la gran actuación de Tatiana Maslany, quien hace una perfecta Jennifer Walters/She-Hulk, entrando en personaje desde el primer segundo de la serie.

El elenco recurrente, como Ginger Gonzaga o Josh Segarra también hacen un buen trabajo en sus participaciones; aunque quienes se llevan las palmas junto a Tatiana Maslany son los personajes que regresan.

Mark Ruffalo sigue con un interesante Hulk (la versión “smart” que no a todos agrada), Benedict Wong como “Wong” se roba cada escena y Tim Roth como Emil Blonsky demuestra que maneja al personaje a pesar de los años.

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No obstante, She-Hulk sí tiene algunos problemas de ritmo en su primeros 4 capítulos, el primer episodio se siente bastante apresurado; toda la problemática se resuelve de manera casi mágica y sin mucha explicación.

Parece que Marvel tenía mucha prisa por poner a She-Hulk en un ambiente “controlado”, en lugar de ir desarrollando poco a poco.

Otra cosa es que no hay un hilo conductor en She-Hulk, por lo menos en esta mitad de temporada; porque el final del 4 episodio nos indica que apenas se entraría en el nudo de la trama.

Esto es algo que arrastran todas las series de Marvel, donde pasa muy poco en sus primeros episodios y es hasta la segunda mitad de temporada que toma forma, principalmente en los capítulos finales.

She-Hulk se estrena el 17 de agosto en Disney+

Básicamente la mitad de temporada de She-Hulk son capítulos autoconclusivos que arrojan pistas de algún otro desarrollo del MCU; pero que en realidad no se conectan a nada.

¿Cómo son los efectos de She-Hulk?

Hablemos de lo que más había llamado la atención de She-Hulk, sus efectos especiales; y no porque lucieran bien, sino porque estaban bastante mal hechos.

Bueno, por lo menos en estos 4 episodios, los efectos de She-Hulk se ven bien sin llegar a ser extraordinarios; aunque hay que mencionar que tampoco la serie exige demasiado.

Si acaso hay dos escenas de acción en She-Hulk y estas no duran mucho, de ahí en fuera todo son secuencias bastante “simples”, por decirlo de alguna manera.

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Durante esta mitad de temporada She-Hulk se muestra como una comedia de abogados y en realidad nunca abandona ese concepto.

Eso sí, el diseño de She-Hulk mejoró bastante con respecto a los tráileres, por lo que fans pueden tranquilizarse; ahora, no aseguramos que la calidad se mantenga en el resto de episodios.

Sobre todo si She-Hulk recurre a elementos y escenarios más complejos, pues aunque fueron contados, sí hubo momentos donde las escenas lucía falsas.

¿Vale la pena ver She-Hulk?

En este momento no podemos asegurar que She-Hulk sea una buena serie o mala en general, sus primeros 4 capítulos nos gustaron; pero aún faltan 5 por ver.

Si She-Hulk mantiene la calidad y en concepto intactos, sería una obra que te entretendrá bastante y te sacará varias risas, sin ser nada espectacular en realidad.

Pero como mencionamos, esto tendrá que verse en la segunda mitad de temporada.

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Ahora, ¿Vale la pena empezar a ver She-Hulk? Si eres gran fan de Marvel que se ha visto todo hasta el momento, el inicio de la serie está bien y es casi seguro que te atrapará por sus referencias y cameos.

Si tienes poca experiencia en el MCU, en realidad She-Hulk no te ofrece nada que no encuentres en otras series de comedia de abogados.

Va a ser difícil que te enganches, más si tomamos en cuenta que los primeros 4 capítulos de She-Hulk no tienen una trama en general.

Aún así, bien podrías darle una oportunidad al inicio de She-Hulk, es posible que como nosotros, te lleves una grata sorpresa.