Bien “preocupados” por la libertad de expresión en nuestro país están los señores de la junta editorial del Washington Post, otrora prestigioso diario en donde se le dio seguimiento al escándalo Watergate que costó la presidencia de Richard Nixon, ahora convertido en la vocería del oligarca Jeff Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo y sus intereses comerciales y gubernamentales.

En un texto publicado este martes, The Washington Post señala que el empresario mercenario de la comunicación conocido como “Lord Montajes”, el mismo que transmitió en vivo una tortura del narcotraficante Genaro García Luna en cadena nacional, es una “voz independiente” la cual sufriría “intimidación” por parte del mandatario.

Que curioso concepto tiene el “WaPo” sobre “independencia”. Loret de Mola trabaja en varios medios corporativos sin enfrentar ningún tipo de censura, incluyendo diarios, radio y Latinus, el opaco portal con acusaciones de financiamiento por parte de políticos del PRI y el PRD.

El texto del diario cuyo dueño también tiene jugosos y millonarios contratos con la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) es sumamente cínico, si consideramos que al final del mismo se exhorta a la administración de Joe Biden a “condenar” las críticas del presidente a los medios hostiles a la cuarta transformación.

¿Cuándo pidió el Washington Post que se “condenaran” las masacres de periodistas durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto? Nunca.

Peor aún, ante el trato de tortura (según una investigación de la propia ONU) que ha recibido el periodista y fundador de Wikileaks, Julian Assange, ¿qué legitimidad tendría una condena de la administración de Joe Biden, misma que sigue apoyando regímenes represores contra la libertad de expresión cómo Arabia Saudita e Israel? Ninguna.

El Washington Post podrá decir misa, pero la realidad es que ningún medio corporativo de los Estados Unidos, ni su gobierno, tiene cara para criticar la libertad de expresión, cuando ni siquiera pueden garantizarla en su propio suelo. ¿O se les olvida la censura al expresidente Donald Trump durante los últimos días de su mandato?