Los datos y no relatos ponen al descubierto que la población mexicana se encuentra en los peores índices de la historia en cuanto a acceso a servicios de salud y dotación de medicamentos, una terrible realidad que en nada se parece al discurso mañanero de AMLO.

Este gobierno que se dice “humanista” ha dejado a la población desamparada en materia de salud, como diría AMLO, a la suerte del “creador”.

El desmantelamiento del sistema de bienestar

El primero de diciembre de 2018 AMLO tomó posesión como presidente de la república y prometió:

Se hará realidad el derecho a la salud. El propósito es garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos; comenzaremos en las unidades médicas del Seguro Social ubicadas en las zonas más pobres del país y poco a poco se irá ampliando el programa hasta que logremos, a mediados del sexenio, establecer un sistema de salud de primera, como en Canadá o en los países nórdicos.

Reformó entonces diversas disposiciones de la Ley General de Salud y de la Ley de los Institutos Nacionales de Salud, para la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), el cual tendría la obligación de centralizar los servicios estatales de salud.

Además, con la reforma del artículo 4° constitucional, se estableció que la atención médica y los medicamentos gratuitos son derechos sociales prioritarios y obligatorios, y que la Oficialía Mayor de la SHCP se encargaría de la adquisición y distribución de los medicamentos para todo el sistema público de salud.

La Coneval reporta en la carencia de acceso a servicios de salud en el periodo de la 4T, cambios negativos preocupantes que desmienten el discurso del presidente.

El sector salud en México funcionaba. En el 2000 el porcentaje de población con carencia del servicio era del 58.6% y para 2018 bajó a un 16.2%, es decir, mejoró un 41.9% en el periodo “neoliberal”.

Sin embargo, para 2020, la tasa de ciudadanos fuera de la seguridad social alcanzó el 28.2%, es decir, más del 12% salieron del esquema, poco más de 14 millones de personas.

Lo peor es que, de acuerdo con Coneval, el aumento en la carencia por acceso a los servicios de salud afectó en mayor medida a la población en situación de pobreza extrema: el porcentaje de este grupo que tiene carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 25.6% en 2018 a 57.3% en 2020.

Los datos son innegables, incluso para el propio AMLO, después de haber arruinado el Seguro Popular que sí funcionaba y bastante bien, para sustituirlo por el INSABI de manufactura 4T, tras tres años de su creación el instituto fue cancelado, dejando tras de sí, el colapso de los servicios de salud y el desamparo para millones de mexicanos.

Por otro lado, Birmex, otra empresa del gobierno federal designada para compras y distribución de medicamentos admitió en su informe Avance y Resultados 2021 que, por su complejidad y falta de recursos, no ha logrado establecer el programa de distribución.

Las consecuencias del desabasto de medicamentos de acuerdo con los informes del gobierno federal son dramáticos, han admitido que se han dejado sin surtir casi 45 millones de recetas en el sector público durante este sexenio (Conferencia mañanera del 24 de abril).

De acuerdo con los datos oficiales, se observa al último año del sexenio anterior, no se surtieron 953 mil 919 recetas, que equivalen al 0.44 por ciento, pero, en 2019, primer año del gobierno de AMLO, la cifra subió a 4 millones 40 mil 692, el 1.81 por ciento. Para 2020 fueron 11 millones 325 mil 2 recetas, 5.92 por ciento, y en 2021 se alcanzó el máximo de 17 millones 119 mil 502 recetas sin surtir, el 8.7 por ciento del total. En 2022 sumaron 10.3 millones y en lo que va de este año, en el sistema de salud público no se ha logrado surtir un millón 180 mil 436 recetas médicas, que representan el 1.92 por ciento. (Reforma, 25 de abril de 2023).

No fuimos Dinamarca

Aunque el presidente trate de mantener su narrativa propagandística basada en la manipulación y la mentira, la realidad ya no se puede ocultar. Su estrategia basada en el manual de Goebbels, de repetir y repetir la misma mentira para ver si se hace verdad, ya quedó rebasada y ya no puede decir: “Nos heredaron un sistema de salud totalmente destruido”. No, no era perfecto, pero funcionaba y él lo destruyó.

El fracaso de la política de salud implementada por AMLO es de tal envergadura que dejaron sin atención médica a al menos 15 millones de pacientes que eran atendidos por el Seguro Popular y el desabasto de medicamentos y tratamientos y de cobertura médica se ha elevado a niveles criminales.