Todo mundo sabe que Ryanair, línea aérea de bajo costo a cargo de Michael O´Leary, es la mar de polémica y que no sale de una para meterse en otra. Desde mi punto de vista, la forma en cómo manejan esta “low cost” es más parecida a un bully (acosador) mal encarado, que a una compañía de transporte aéreo de pasajeros.
Comencemos con el pleito casado que trae con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA); O´Leary se pasó todo el año quejándose amargamente de que AENA había subido las tarifas por uso de aeropuerto, y en lugar de pagarlas, como lo haría cualquier otra empresa, el CEO de Ryanair comenzó una campaña de desprestigio, y a amenazar a AENA con boicotear a la aviación española; y es que este personaje está muy mal acostumbrado a que le subsidien las tarifas.
Y sí, las líneas aéreas suelen negociar este tipo de beneficios con las terminales aeroportuarias, porque impulsan la afluencia de pasajeros a los aeropuertos. El caso es que Ryanair lleva mucho tiempo usando este mecanismo porque le resulta más económico que hacer grandes campañas publicitarias para que la gente, de forma natural, vuele a cierto destino.
Muchas líneas aéreas -si no es que todas- buscan este tipo de acuerdos con los aeropuertos, sobre todo en terminales aéreas secundarias. La verdad no es nada extraño; aquí el punto es el abuso que comete Ryanair, que ya es beneficiario de subsidios en un montón de aeropuertos, y cuando suben el costo de la tarifa de aeropuerto, en lugar de pagarla, se pone como bully a amenazar a AENA de llevarse todos sus aviones de los aeropuertos españoles.
Si no me creen, les cuento que en fechas recientes Ryanair utilizó sus redes sociales para publicar:
“Mientras Marruecos atrae conectividad y crecimiento económico, España da la espalda a sus regiones con incentivos insignificantes para atraer el tráfico aéreo.
¡Gol en propia! El turismo de Marruecos gana."

Y como podemos leer en los comentarios del post, mucha gente en lugar de apoyar la postura de la bajocostera, opina cosas como “mejor subsidiamos a nuestras aerolíneas en lugar de una irlandesa”, “sí, que se vayan, para eso tenemos aerolíneas low cost españolas”, y así en general la gran mayoría de los comentarios.
AENA no se ha quedado callada ni de brazos cruzados, y ante la queja de Ryanair por las “tasas aeroportuarias excesivas y poco competitivas”, y a través de un comunicado dijo de manera clara, firme y puntual: “Ryanair tiene una inquietante concepción plutocrática del sistema político… La aerolínea pide el cambio de leyes a su favor porque considera que la toma de decisiones de los gobiernos debe doblegarse a los intereses de las empresas”.
Entrando en detalles, el asunto está en que el subsidio que se les hace a las aerolíneas es igual; lo que están haciendo, es decir que Ryanair no puede tener una tasa preferencial; a todas se les apoya con la misma cantidad y eso es justamente lo que ha molestado a Michael O´Leary, quien piensa que puede hacer y deshacer lo que quiera con las tarifas por uso de aeropuerto.
Los que manejan las redes sociales de la aerolínea, ni tardos ni perezosos han salido con toda la actitud de buleador a postear haciendo gala de la actual política de Ryanair: la de la burla y el revanchismo, tal y como hemos documentado en este espacio.
Y si el pleito casado con los aeropuertos españoles no fuese suficiente, Italia acaba de multar a Ryanair, adivinen por qué: por obstaculizar a las agencias de viajes en la adquisición de boletos. Por esta acción, las autoridades de competencia de Italia multaron a la compañía aérea a cargo de O´Leary con una multa de alrededor de 255 millones de euros.
Así lo hicieron saber a través de un comunicado: “Tras una compleja investigación, hemos descubierto que Ryanair puso en marcha una elaborada estrategia que afectaba la capacidad de las agencias de viajes, online y tradicionales, para comprar vuelos de Ryanair”.
Las agencias de viaje padecieron una baja en sus ventas al no poder ofrecer a sus usuarios boletos por la aerolínea de bajo costo irlandesa, y esto fue posible porque Ryanair implementó un bloqueo para acceder a sus vuelos desde las agencias de viajes; tampoco les permitía hacer reservaciones, desactivó el sistema para los métodos de pago; y no solo eso, sino que Ryanair eliminó de forma masiva las cuentas que estaban asociadas a agencias de viajes, tradicionales y online.
Ahora la cereza del pastel. La restricción se hizo con la finalidad de presionar a las agencias de viajes y aceptaran firmar “nuevas condiciones” para que pudieran seguir ofreciendo los boletos de la aerolínea. La investigación arrojó que la aerolínea exigía, entre otras cosas, que las agencias de viajes limitaran la oferta de otras aerolíneas, y que ante sus clientes dieran preferencia a Ryanair, sobre todo cuando la reservación de un viaje utilizara vuelos combinados por diferentes líneas aéreas.
Lo sorprendente es que no es la primera vez que le sucede a esta línea aérea de bajo costo, ya en 2019 fue multada en Italia por tres millones de euros, por cobrar por el equipaje de mano.
Ryanair y su CEO no se quedaron callados y dieron su versión: “Las políticas de la empresa para las agencias de viajes como favorables al consumidor… Esta decisión y multa son legalmente poco sólidas y serán revocadas en apelación".
Seguiremos esta historia de forma puntual, para saber en qué termina, mientras nos queda claro que Ryanair es todo lo que una aerolínea no debe ser, la pregunta es: ¿por qué la gente sigue viajando con ellos?. La respuesta es muy sencilla, hay una parte del mercado que está dispuesta al maltrato con tal de pagar precios bajos en los boletos.
Ya estaremos analizando cómo se ve el futuro para la aviación de bajo costo. Mientras, espero que quede claro que la aviación se subsidia de diferentes maneras, porque es una actividad estratégica para los países. Claridad que espero sirva para que dejen de quejarse porque en México subsidiamos a la aerolínea del Estado.




