El presidente nacional del PAN, Marko Cortés; Alejandro Moreno del PRI y Jesús Zambrano del PRD, dieron a conocer los lineamientos para elección de candidatos para gubernaturas.

Debaten también quién será el menos peor como candidato a la presidencia; todo apunta que Santiago Creel es el “tapado”. Creel, el ex secretario de Gobernación el mismo que autorizó cinco días antes concluir con su cargo la apertura de casinos en el país.

Va por México” oposición multicolor, endeble de la que unos salen, otros entran, se rechazan, se odian, se reconcilian, una coalición desesperada capaz de todo con tal de recuperar el “poder”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que el objetivo de la oposición es detener el “proceso de transformación” que ha emprendido el gobierno de la Cuarta Transformación.

“Esta alianza sin duda es un bloque conservador, reaccionario y desde luego que van a buscar, como lo han venido haciendo, detener el proceso de transformación que estamos llevando a cabo millones de mexicanos”, agregó el presidente.

“Ellos quieren regresar por sus fueros, quieren que regrese el régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios”, expresó.

Sí. Eso es lo que quieren. Recuperar lo perdido. Llenar sus bolsillos, seguir entregando a los extranjeros los bienes que quedan de la nación. Tener las arcas abiertas para volver a otorgarse aguinaldos millonarios, sueldos exorbitantes, ser escoltados como “reyes”; para lograrlo, no les importará entregar su alma al Diablo.

Los opositores, ese grupo multicolor ahora denominado “Va por México” están desesperados. Sí, “quieren ir por México”, recuperarlo para seguir expriméndolo para su propio beneficio. No importan las diferencias del pasado, ahora son una mezcolanza de ambiciones.

No les interesa el bienestar de la población, que los niños y niñas tengan futuro. No quieren un pueblo culto, preparado. Lo quieren jodido, para poder seguir manejándolo a su antojo. Por eso les indigna que ahora haya tantos apoyos sociales para aquellos que más los necesitan.

Los integrantes de “Va por México” quieren seguir siendo dueños del presupuesto público, desviarlo para repartirlo solo entre ellos.

El presidente afirmó que esa alianza se conforma por “gente de mucho dinero, que se ha beneficiado de la política neoliberal o neoporfirista que se impuso durante mucho tiempo”.

Desmenucemos a estos personajes que están dispuestos a recuperar a toda costa el gobierno de este país.

Alejandro Moreno, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, es acusado de delito electoral, ataque a la libertad de expresión, enriquecimiento ilícito y evasión fiscal.

El líder nacional del tricolor conformó una red de amigos y familiares para comprar propiedades a precios muy bajos, donarlos a sus cercanos para revenderlos mucho más caros.

Compró terrenos cuyo precio del metro cuadrado fue de unos cuantos centavos o pesos, al revenderlos su valor se multiplicaba. A once meses de haber tomado protesta, en 2015 como gobernador de Campeche, compró 39 mil metros cuadrados a 4 pesos por metro. Por arte de magia, el precio por metro de esos metros se multiplicó 500 veces.

“Alito” utilizó su influencia política para triangular dinero a través de la compra y venta de inmuebles con el objetivo de no dejar rastro en sus declaraciones patrimoniales ni ante la autoridad fiscal.

Según costa en los expedientes del Registro Público de la Propiedad hasta 2022, Alejandro Moreno, su hermano Emigdio Gabriel Moreno y su madre Yolanda Cárdenas así como su arquitecto de confianza Juan José Ferrer son propietarios de 35 casas y terrenos en el estado de Campeche.

Alejandro Moreno compró otras propiedades en el municipio de Campotón mismas que también cedió a su mamá Yolanda. Por cada metro cuadrado pagó tan solo 33 centavos. Ofertas que solo los gobernadores y funcionarios tienen la suerte de encontrar.

Hace tan solo unos meses, Marko Cortés, presidente Nacional del Partido Acción Nacional (PAN) anunció el quiebre con su homologo del PRI, Alejandro Moreno. Asegurando que los audios que destapó la ahora gobernadora de Campeche Layda Sansores eran ciertos, Cortés le exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador castigarlo por los actos de corrupción.

Hace unos meses Cortés era enemigo de Alejandro Moreno, hoy juntos “lucharán por el bienestar del país”. Los cambios de “bandos”, de “convicciones” muestran la evidente desesperación de los personajes políticos que exprimían hasta la última gota al país.

Jesús Zambrano, tal vez el único que queda en el casi extinto PRD, corre hacia donde le conviene. Ataca, se retracta, regresa, se va…

Zambrano dijo que no abrirá las puertas del PRD a Ricardo Monreal. Lo criticó por no definirse. Ambos portan traje transparente, mismo que pintaran del color que más le convenga, del que sea, con tal de seguir en el poder para recuperar privilegios.

Lo único que le queda a Zambrano es criticar al presidente. En un tuit lo tachó de traidor, lo comparó con Huerta, quien atentó contra el movimiento de la Revolución de 1910.

El líder del PRD acusó al presidente de “traicionar la democracia” por el “Plan B de la Reforma Electoral”. Acusándolo de “querer sepultarla; enterrar el gran legado de millones de personas en nuestro país”.

Priistas, panistas y perredistas desesperados hacen alianzas, las rompen, las rehacen… no importa el color ni el pasado ni las acusaciones de corrupción, de enriquecimiento ilícito, no importan las traiciones, lo único que quieren es recuperar las riendas del país a costa de lo que sea, con sabotajes… no importa si “hay daños colaterales”… si ponen en riego a la población, lo único que les importa es debilitar la “Cuarta Transformación” que les guste o no, los ha ido aniquilando de manera limpia, honesta con el apoyo de millones de mexicanos.