Hace unos días el presidente, en la tribuna presidencial, fijó un posicionamiento claro: el único abanderado del movimiento lopezobradorista en Coahuila es Armando Guadiana. Un mensaje duro para los representantes del PT. De hecho, les recordó que es momento de definiciones políticas para reafirmar el compromiso político. Con ello dejó claro que, por separado, será difícil, pero no complejo para conquistar el triunfo. En efecto, cuestionó, con otras palabras, la decisión que tomó Mejía, abanderado del PT en aquella entidad.

Y, más que un cuestionamiento, fue un duro mensaje que seguramente caló hondo en la estructura nacional del PT. Dijo, en otras palabras, que no es momento para zigzaguear para aquellos que se postularon por quienes, se supone, son aliados del proyecto de la llamada cuarta transformación. Es decir, luego de esas palabras, presionó, con un estilo, a los partidos del Trabajo y Verde Ecologista, para que declinen por Morena en la elección del próximo 4 de junio.

Fue, quizá, una advertencia que deben analizar perfectamente los partidos del Trabajo y Verde Ecologista para que, en este lapso inmediato, tomen una decisión de acompañar a Morena en la elección estatal de Coahuila. Una declinación, en ese sentido, garantiza el triunfo al abanderado del lopezobradorismo y, bajo la misma inercia, ratifica la histórica coalición en la que han caminado como aliados en los últimos años.

Es necesario, ya lo hemos dicho, que ambos partidos declinen a favor de Morena. Si no es así, hay un riesgo latente de que la coalición se rompa a futuro. Solo para darnos una idea, el partido del lopezobradorismo tiene una intención del voto efectiva de más de 48% a nivel nacional. Muy por encima del PT y PVEM, que sólo tienen el 2%. Es decir, entre uno y otro acumulan 4%. En otras palabras, ese voto dividido no pondría en peligro que Morena refrende el triunfo electoral del 2024.

Si es así, no tendría implicaciones, más que el impacto de la noticia. Además de ello, estoy completamente seguro que, muchos actores inmersos en ambas estructuras, se desmarcarán de una hipotética ruptura como esa. Saben que la presencia y la narrativa del presidente es muy fuerte, sobre todo la tribuna presidencial. De hecho, el propio Mejía debió haber sentido el rigor de los comentarios de López Obrador, hace unos días en conferencia matutina.

Se apreció, a todas luces, que el mandatario federal hizo un llamado a las dirigencias nacionales del PT y PVEM, primero, para no poner el riesgo una alianza que, durante años, ha venido caminando y, en segunda, a que declinen a favor de Morena en la elección de Coahuila, pues a nadie le conviene una ruptura de esa naturaleza. El Partido Verde Ecologista de México lo hizo hace unos días.

Del PT, hasta ahora, no ha existido un pronunciamiento, sin embargo, voces como la de Noroña, han fijado su postura, incluso, él mismo ha reconocido a Armando Guadiana, como el candidato de la izquierda. Sabe que, lo que pasó, fue un error político de las dirigencias estatales del Partido del Trabajo en aquella entidad del norte. De hecho, exhibieron la falta de cálculo y, lo peor de todo, dividieron el voto y, de paso, paradójicamente le están tendiendo la alfombra para que la derecha siga conservando su hegemonía en Coahuila.

Un berrinche de Mejía, está poniendo en vilo una alianza histórica del PT con Morena. Así, el propio presidente de la República fue tajante en la conferencia mañanera hace unos días. Reconoció a Guadiana, en aquella entidad, como el único abanderado del movimiento y aprovechó, de manera directa, en mandarle un duro comentario a Mejía para que no use su nombre para realizar promoción y campaña.

A nadie le conviene una fractura entre la alianza del PT y Morena. Ambos, en ese sentido, tendrán que sentarse a dialogar; es momento de definiciones políticas y, antes de que los desencuentros se agudicen por un capricho de Mejía, tienen que considerar que el proceso electoral del 2024 está cerca y, divididos, el impacto, más que de ruptura, sería mediático. Por ello, este hecho no debe ser ignorado, pues también el legislativo federal, recordemos, es una de las prioridades del presidente Obrador para el 2024; tanto Morena, como PT y PVEM, se necesitan el uno al otro.

Una muestra de que hay compromiso y lealtad del PT, es desmarcarse de Mejía en Coahuila y llamar al voto útil a favor de la causa de Morena. Es momento de definiciones, así lo recordó el presidente en conferencia matutina. Seguramente con ese duro mensaje, muchos cuadros del PT no querrán cargar con esa losa tan pesada que significa romper una alianza histórica con el Partido del Trabajo y habrá, no tengo duda, un éxodo al lopezobradorismo en la recta final y en la antesala del próximo 4 de junio, día de la votación.