Joaquín López-Dóriga no se cansa de hacer periodismo digno del Día de los Santos Inocentes: hace unas semanas fue el “simulador” del tren al Aeropuerto de Santa Lucía y ahora llega con la vajilla “carísima” del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en Palacio Nacional.

Joaquín López-Dóriga

Si bien López-Dóriga se alzó como un referente nacional durante su etapa al frente del noticiero más popular de la televisión, desde su salida de ese espacio, “El Teacher” se ha convertido en un comunicador resentido que hace lo imposible por llamar la atención y que se deja llevar por las “fake news” que circulan en redes sociales.

El ejemplo más reciente del periodismo de Santos Inocentes ocurrió ayer, cuando López-Dóriga decidió fijar su atención en la vajilla usada en Palacio Nacional para el desayuno entre AMLO y el empresario Carlos Slim.

Para López-Dóriga, el presidente usó “la vajilla buena” con todo y cristalería y platería para recibir a Carlos Slim, en una aparente demostración del “lujo” con el que se vive en Palacio Nacional.

El primero en responder a “la vajilla buena” de López-Dóriga fue Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPREM), quien descartó “el lujo” de los platos y cubiertos, al asegurar que los mismos pueden encontrarse en cualquier Sanborns.

El propio presidente AMLO no se aguantó la risa y en su mañanera de este martes aseguró que, a lo mejor, la “crítica” de López-Dóriga obedece a sus ganas de ser invitado Palacio Nacional para un desayuno.

“Les prometo que yo nunca me había dado cuenta, no había yo reparado en eso. Es un comedor que quedó ahí desde hace muchísimo tiempo, se usa y pues dije ‘pues vamos a desayunar aquí.’ Ya voy invitar a López-Dóriga a desayunar, jejeje”

AMLO

¿Por qué López-Dóriga no habló de los detalles importantes del desayuno de AMLO y Carlos Slim?

[object Object]

Más allá del debate estéril en torno a la austeridad republicana de una vajilla usada en Palacio Nacional, lo que hace que López-Dóriga quede como un chiste de periodista, es su convicción de plantear ataques sin sentido antes que detenerse en los detalles relevantes encuentro de AMLO con Carlos Slim.

Por ejemplo, López-Dóriga pudo haber destacado el pago de 28 mil millones de pesos en impuestos del consorcio de Carlos Slim a la Hacienda Pública. O, a lo mejor, analizar las implicaciones del encuentro entre AMLO y Carlos Slim, dos de las personas más poderosos en todo México.

Pero no, lo que le preocupa a López-Dóriga es la vajilla que se usa en Palacio Nacional para los desayunos del presidente.

Como señalamos, no es la primera vez en semanas recientes que López-Dóriga cae en el periodismo de Santos Inocentes fuera de fecha. Apenas a inicios de diciembre, “El Teacher” aseguró que el presidente AMLO usó un “simulador” para engañar a las redes sociales con el viaje a bordo del tren que llevará a pasajeros hasta el Aeropuerto internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía.

Según López-Dóriga, AMLO jugó con realidad virtual para presumir el tramo de una obra en construcción, un departamento específico en Presidencia para la producción de efectos especiales en videos de YouTube

Ojalá Joaquín López-Dóriga deje a un lado su afición por el periodismo de Santos Inocentes y recupere algo de la credibilidad que alguna vez tuvo, de otra forma seguirá con su actual trayectoria de una broma constante de la información.