No sé ni por dónde empezar: Diré que en el año 2022 se hizo viral una foto de Jesús Ernesto usando marcas muy caras de tenis. El escarnio contra él fue brutal y en aquel entonces escribí una columna para SDPnoticias compartiendo que me había dado cuenta que yo había sido parte de lo que tanto criticaba: me volví igual que esas personas de la peor ralea que se divertían con imágenes de un adolescente.

Reaccioné ante mi propio comportamiento y escribí una columna que hablaba de ello. No me gustó aquella versión que vi de mí. Me parecía de lo más bajo burlarme así de un menor.

En el caso de Juan Pablo Sánchez Gálvez, hijo de Xóchitl Gálvez, que ya todos conocemos, sucede un poco o un mucho lo mismo. Gente burlándose de un muchacho en un punto de quiebre. El alcohol es un grave detonante para las personas jóvenes.

Soy madre de dos adolescentes y es muy duro el trabajo con ellos. Mantenerles  los pies en el suelo pero a la vez que tengan un alta autoestima es un trabajo casi quirúrgico.

Admiro la transparencia de Xóchitl al haber hablado de Juan Pablo con anterioridad y hacer confesado lo difícil que fue para ella como madre encarrilarlo, pues al joven le atraían más las fiestas y el alcohol, cosa que hoy viven cientos y cientos de jóvenes y familias mexicanas aunque no se hable de ello por pena y vergüenza e incluso sea un secreto familiar tocar esos temas.

Admiro también el valor que tuvo el joven para ayer, después de que un aplaudidor puro y nato de la 4T como lo es el llamado “Callo de Hacha” sacara a la luz el video en donde se ve un Juan Pablo alcoholizado ofender a un guardia de algún antro de la CDMX. Tuvo los pantalones para pedir disculpas por su actuar a pesar de que ese video no era reciente.

Evidentemente se le veía frágil, nervioso y apenado a Juan Pablo en su video, a mi solo me transmitió la transparencia con el que lo hizo y de la valentía y honestidad que tuvo para no esconderse y dar la cara de una manera decente, amable pero sobre todo  siendo humilde y sincero, sin aires de grandeza ni soberbia pues, esas poses que tantas veces les hemos visto a los hijos de los presidentes.

Entonces lo que podría parecerle a Callo de Hacha un golpe magistral para  haber derrocado a Xóchitl, porque prácticamente así lo anunció en sus redes, que veríamos algo “brutal” que tumbaría a Xóchitl, hoy vemos no nada más a una Xóchitl mucho más empoderada y fuerte sino a un hijo valiente que no tuvo reparo en dar la cara y pedir perdón.

Vimos por fin lo que siempre he dicho que deberían de mostrar los candidatos: verse como seres humanos. Como tú que me lees, como yo, como cualquiera. Son seres humanos con muchos errores y desatinos.

Yo también como madre de dos adolescentes he tenido que enfrentarme a grandes desafíos.

El tema es que Callo de Hacha insiste en que el joven Juan Pablo ya no es tan joven ni tampoco adolescente. Pero no hay información exacta que compruebe este dicho sin embargo se insiste en que ya no es menor de edad.

No obstante, Juan Pablo Sánchez, quien era el coordinador de jóvenes en la campaña de Xóchitl ha decidido dejar de hacerlo.

Me parece que fue errónea su decisión. Los jóvenes necesitan saber que alguien está para acompañarlos en tropiezos duros como el que vivió Juan Pablo.

Para que un joven brille tiene que sanarse por dentro, creo que el papel de el dentro de la campaña de Xóchitl hubiera sido  muy benéfico para muchos jóvenes que muy seguramente al ver el video se habrán sentido identificados con él porque la juventud así es.

La tentación está en tomar alcohol.

Y como todos sabemos, el alcohol detona cosas insospechadas y cambios de humor explosivos en muchas personas. Definitivamente hay gente que no debe de tomar alcohol  y Juan Pablo es uno de ellos.

¿Esto tumba a Xóchitl Gálvez políticamente hablando? No lo creo para nada. Para pesar de muchos, no lo creo así.

Ante nuestros ojos solo vimos a una madre desesperada por tratar de enderezar la vida de su hijo.

Beatriz Gutiérrez Müller sorpresivamente se solidarizó con Xóchitl por este tema. Bien por Beatriz. Pienso que ella pudo entender lo que sentía Xóchitl pero también creo que puede prever que salgan a la luz videos que también estigmaticen y condenen a Jesús Ernesto.

Y tiene mucha razón Beatriz en ese sentido: Por ahí no va el golpeteo.

El enfoque debe de estar y concentrarse en denunciar los atracos y estafas que alguno de los hijos de las candidatas hayan o estén haciendo. Se debe de evidenciar la corrupción. Pero psicológicamente tenemos ligado en nuestra mente que el candidato es Andrés Manuel López Obrador y se nos olvida que en realidad es Claudia Sheinbaum.

Pero el presidente se ha esforzado tanto en vincular a Claudia con él, que inmediatamente después de ver el video de Juan Pablo Ruiz, nos remitimos a los hijos de Andrés Manuel López Obrador ¿cierto? ¿Les pasó lo mismo?

En fin que alguien es un hecho,  le pagó y muchísimo dinero   al señor Callo de Hacha para que felizmente proyectara ese video. ¿De dónde vino aquello ? Las traiciones son grandes en épocas electorales  y el dinero que se manejan en ellas muchísimo más.

La persona que lo haya conseguido lo habrá vendido en cientos de miles de pesos. ¿Me pregunto si esa gente es feliz con ese dinero y duerme en paz?

Conclusión: ¿Se equivocó Juan Pablo? Sí. He hizo lo correcto, pedir disculpas y dar la cara.

¿En algún momento hemos visto que los hijos de el líder de la nación lo hagan de manera frontal, educada, sin soberbia, con entera humildad? No. Pero es que esta vez no se trata de los hijos de López Obrador sino los hijos de Claudia Sheinbaum y hasta ahora nada impugnable ni condenable se les conoce.

Pues bueno que, por otro lado, sin planearlo, el hijo de Xóchitl puso sobre la mesa un tema que debe de ser abordado con más insistencia: “El alcohol en los jóvenes”. Muchos de ellos ya desde los 12 o 13 años están empezando a tener contacto con el, lo cual es sumamente preocupante pues hay estudios que afirman que entre más jóvenes las personas beban alcohol hay una mayor tendencia hacia el alcoholismo. El tema es que hablar del alcohol da vergüenza y creo que es momento de hablar de ello sin tapujos. No importa si Juan Pablo ayer se decía que tenía 17 y hoy que tiene 27 años.

Las cosas pasan como tienen que pasar y  Juan Pablo nos vino a recordar lo frágiles que podemos ser si ya no tenemos control de nuestros actos por alguna sustancia en  introducida en nuestro cuerpo.

A mí no me ofendió el video de Juan Pablo. Me preocupó verlo así. Pero la manera en cómo abordaron este suceso y apagaron por llamarlo así el “incendio” me pareció correcto.

A mí me duele y me llena de rabia la de casos que llegan a mis oídos de niños y adultos con cáncer que no pueden conseguir sus medicamentos oncológicos pues les dicen que “no hay”. Eso me enoja, me duele, me frustra y me preocupa mucho más. Eso me parece mucho más relevante y perturbador.

Es hora de dimensionar las cosas en su justa medida. Porque videos como estos saldrán a la luz cada vez con mayor intensidad. Aunque Claudia Sheinbaum lo niegue sí hay un rival a vencer para ella y los equipos de campaña están dispuestos a todo con tal de colocar a sus candidatas en la cima.

Seamos críticos, analíticos y justos con la información que empecemos a ver, a recibir mediante viralizaciones de videos, imágenes, screenshots y cuanta cosa quieran sacarle a los candidatos para tronarlos.

Tiempos de elecciones, juegos sucios de ambos bandos.

Atentos

Es cuanto.