Éramos muchos y parió la abuela.

Por si Xóchitl Gálvez no tuviera suficiente, el video que se viralizó en redes sociales exhibiendo a su hijo Juan Pablo Sánchez Gálvez en estado de ebriedad y agrediendo a los empleados de un bar fue la gota que derramó el vaso.

El golpe fue brutal.

Tras el zafarrancho y la renuncia del junior, la candidata de Fuerza y Corazón por México canceló las actividades públicas de hoy jueves y de plano se escondió.

Aquella mujer que se autodefine como “entrona” no aguantó la presión y aunque es maestra en el arte de atacar, ofender y difamar al presidente López Obrador y a Claudia Sheinbaum, este trancazo la dobló y no es para menos.

La semana que casi concluye ha sido fatal para la candidata, que no ha logrado subir en la preferencia de los electores y así lo demuestran las encuestas. Y encima Juanito la “pendejió”.

No es que nos espantemos del escándalo protagonizado por el vástago de la candidata pero como dicen por ahí, el que se lleva, se aguanta.

A Xóchitl se le ha hecho fácil difamar a la familia de Andrés Manuel, y por cierto, dando una cátedra de civilidad y respeto la señora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del primer mandatario, mostró su solidaridad con Juan Pablo y pidió a los candidatos jugar limpio. añadiendo: “como mexicana, rechazo que los familiares sigan siendo ‘daños colaterales’”.

Lo ocurrido el día de ayer es una durísima lección a Xóchitl Gálvez, que debe entender de una vez por todas que con los hijos ¡no!

Claudia arrasa en Aguascalientes

Mientras Xóchitl se las veía negras la virtual ganadora de la presidencia del país, Claudia Sheinbaum, fue vitoreada en San Francisco de los Romo, pintoresca localidad del estado de Aguascalientes, donde expuso fuerte y claro los puntos claves para continuar con la Cuarta Transformación.

Ante un nutrido grupo de personas la doctora Sheinbaum prometió a las mujeres de 60 a 64 años otorgarles un apoyo económico porque “se lo merecen, porque son las que cuidan a los hijos, son las que siempre nos dan de comer”.

Pese a estar en tierras panistas, Claudia fue bien recibida por personas que rechazan la corrupción que se vivió en gobiernos anteriores.

Del penoso tema de Gálvez no habló. No lo necesita y por supuesto, no es prudente hacerlo.

La tarea de Claudia es convencer a las personas que su proyecto es viable, que la gente necesita apoyo, que los más pobres deben y merecen estar mejor. Es su tarea y es su meta. Por eso, porque la gente le cree, le da su voto de confianza.

¡Los amo y las amo a todas! dijo la candidata más tarde ante cientos de jóvenes que la vitoreaban en la plaza central de Aguascalientes. Hay que tener atole en la sangre para no sentir esa emoción.

Una bella plaza, un hermoso y apacible lugar, unos jóvenes, muchos primeros votantes, que brincaban al ritmo de “¡presidenta! ¡presidenta!”

En esas tierras también se anhela seguir con la Cuarta Transformación.