Este 30 de noviembre de 2022, en el parque de la comunidad de la ranchería La Azucena, en el municipio de Cárdenas, Tabasco, fue linchado un presunto sicario.

Los pobladores de la comunidad tomaron justicia por mano propia, amarrando, golpeando y posteriormente colgando al hombre de lo alto de un árbol.

Acorde a versiones de los pobladores, el hombre que fue linchado era un sicario que había participado en el ataque en contra de un exdelegado de la población.

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Ataque al exdelegado Armando Villegas Hernández

El sicario linchado por los pobladores habría participado en el ataque al exdelegado de la población, Armando Villegas Hernández.

Reportes señalan que el exdelegado se encontraba en su domicilio viendo el partido de la Selección Mexicana, momento que aprovecharon los criminales para cometer el ataque.

El exdelegado fue baleado y quedó herido en el lugar, sin embargo, al ser trasladado al un hospital Armando Villegas murió.

Justicia por propia mano, sin confianza en las autoridades

Al enterarse del ataque contra el exdelegado, los pobladores de la comunidad decidieron reunirse y bloquear los caminos, logrando cercar a los sicarios.

Uno de los atacantes habría conseguido huir de la zona, pero su cómplice no corrió con la misma suerte.

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Al momento de ser detenido por los pobladores, el hombre se identificó como originario de Chiapas y quien portaba una granada de fragmentación, la cual no logró activar a tiempo.

El linchamiento ocurrió luego de que la multitud no quiso entregar al delincuente a las autoridades, pues no confían en ellas debido a la corrupción de la zona.

El lugar fue acordonado posteriormente por elementos de la Guardia Nacional, así como de la policía local.

Soga
Soga (Internet)

Otro linchamiento en Tabasco

En enero del 2022 otro linchamiento similar ocurrió en el municipio de Macuspana, Tabasco.

Esto cuando dos presuntos delincuentes fueron linchados por la comunidad de San Carlos, perteneciente al municipio de Macuspana.

En esos hechos los pobladores amarraron a los delincuentes, los desvistieron y les aplicaron un “castigo” con garrotes, dejando a los hombres tirados sobre el pavimento.