El periodista Leo Zuckermann reaccionó a las protestas contra la gentrificación en la Ciudad de México (CDMX) y celebró el momento que se vive en la colonia Condesa.

El pasado 4 de julio varios manifestantes se pronunciaron en contra de la gentrificación en la CDMX que ha desplazado a miles y encarecido la vida en diversas zonas de la capital del país.

Sin embargo, el comunicador aseguró que la Condesa ahora “está mejor que nunca” a partir de dicho fenómeno.

Leo Zuckermann: La Condesa está mejor que nunca desde la gentrificación, asegura

Leo Zuckermann aseguró en sus redes sociales que desde que la Condesa se ha gentrificado, barrio en el que ha vivido gran parte de su vida, la colonia “está mejor que nunca”.

“Vivo en la colonia Condesa de la Ciudad de México. He residido ahí la mayor parte de mi vida. Este barrio se ha gentrificado. Lo celebro. La Condesa está mejor que nunca”

Leo Zuckermann

Asimismo, desde su columna en el Excélsior, aseguró que el problema en la CDMX no es la gentrificación, pues “echarle la culpa” es condenar el desarrollo económico.

Según Leo Zuckermann, la Condesa pasó de ser una colonia de clase media a un espacio en decadencia en la década de 1980, “su peor momento” a partir del sismos de 1985 cuando el barrio “literal y figurativamente” se vino abajo.

Sin embargo, la colonia tuvo un auge con la llegada de jóvenes que provocaron la apertura de bares y restaurantes, por lo que volvió el crecimiento económico que se extendió hacia la colonia Roma que, según el comunicador, también está mejor que nunca.

“El auge de la Condesa rápidamente se extendió hacia la Roma. Hoy estos dos vecindarios están mejor que nunca. De la pauperización que vivieron después del terremoto del 85 pasaron a ser dos de los mejores lugares para residir en la capital, una Ciudad de México vibrante que se ha puesto de moda como destino turístico”

Leo Zuckermann

Protestas contra la gentrificación CDMX tienen su razón pero no este fenómeno no es el problema, asegura Leo Zuckermann

Leo Zuckermann resaltó que, en efecto, la colonia Hipódromo Condesa y la Roma se han gentrificado, es decir, han llevado un “proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo”.

Esto, en efecto, ha llevado al incremento en los valores de los inmuebles y, por ello, de las rentas, por lo que comprende la protestas contra la gentrificación CDMX ante el encarecimiento que ha desplazado a algunos residentes que ya no pueden vivir en dichos barrios.

“Sí, algunos residentes ya no pueden vivir aquí por el incremento en el costo de vida. Tienen todo el derecho de enojarse y protestar por esta situación”

“Sin embargo, creo que se equivocan al echarle la culpa a la gentrificación y demandar que el gobierno intervenga para protegerlos”, aseveró el comunicador.

Zuckermann reiteró que a las colonias gentrificadas de la CDMX “les ha venido de maravilla este proceso de renovación urbana promovido, en su mayor parte, por el sector privado”, ya que desde los gobierno no se ha hecho mucho por mantener y mejorar los bienes públicos.

“Echarle la culpa a la gentrificación es condenar el desarrollo económico de un país, región, ciudad o colonia. Cuando la gente percibe que hay un lugar donde se vive mejor, aumenta la demanda por vivir ahí. Si esto no es aparejado por un incremento de la oferta, suben los precios de residir en esa locación.

El problema no es la gentrificación, sino la poca oferta de viviendas en colonias donde hay buena vida social. Aquí sí tiene que ver el gobierno porque, por lo menos en la Condesa, es un dolor de muelas construir más edificaciones. Las regulaciones son muchas y predomina la corrupción, tanto del gobierno capitalino como de la alcaldía. Esto incrementa los costos de la construcción, limita el número de viviendas disponibles y acaba acrecentando los precios de las viviendas"

Además, aseguró que no hay “nada peor” que buscar una política de control de rentas ya que regular el precio de los alquileres “agrava la falta de viviendas” y desincentiva la inversión privada.