Ivonne Montero -de 51 años- salió desmayada de “El Sótano”, la obra que protagoniza, dejando en shock al público y a sus compañeros.
¿Por qué? En entrevista, la actriz de 50 años explicó que su desmayo fue ocasionado por el desgaste físico y emocional que le genera la puesta en escena.
Pero, dijo Ivonne Montero, también es consecuencia de una procedimiento que realiza para aliviar los malestares que le provoca una vieja lesión inoperable.

Ivonne Montero recuerda el día que salió desmayada de la obra ‘El Sótano’: “Me tuvieron que sacar casi cargando”
En declaraciones al programa ‘De Primera Mano’, Ivonne Montero recordó que hace tiempo vivió duros momentos al desmayarse mientras ofrecía una función de su obra ‘El Sótano’.
Ivonne Montero recordó que hace tiempo vivió duros momentos al desmayarse mientras ofrecía una función de su obra ‘El Sótano’.
“Me tuvieron que sacar casi cargando […], me tuvieron que desprender la ropa, echarme aire, alcohol, vinieron paramédicos, o sea, sí me sentí mal”, recordó.
Ivonne Montero dijo que su malestar fue consecuencia del desgaste físico y emocional que le genera la obra.
Pero, agregó, también se debe al uso de una faja que apenas le permite respirar, pero que le ayuda a mermar el dolor que le provoca una lesión en la espalda.

Ivonne Montero: ¿Cómo se lesionó la espalda?
Ivonne Montero dijo que hace mucho años cargó dos garrafones de agua -cuyo peso es del alrededor de 20 litros- al mismo tiempo, lo que le causó problemas lumbares.
También, dijo, tuvo una caída que dañó sus cervicales y aún hoy ese contratiempo le causa molestias.
La actriz explicó que no hay cirugía para revertir los daños que ha recibido en la columna.
La buena noticia es que Ivonne Montero ha mejorado gracias a un efectivo tratamiento médico con el que, dijo, espera evitar estudios más profundos.
¿Por qué ‘El Sótano’ le ha provocado un fuerte desgaste físico y emocional a Ivonne Montero?
El Sótano es una intensa obra de teatro cuya historia gira en torno a una mujer (Ivonne Montero) atrapada en un espacio cerrado, enfrentando sus propios miedos, traumas y fantasmas del pasado.
A través de monólogos poderosos y situaciones extremas, el montaje expone la fragilidad emocional del personaje y su lucha por mantenerse cuerda.
La obra, que ofrece funciones en el Teatro Fernando Soler, combina drama, tensión y una atmósfera claustrofóbica que mantiene al espectador al borde del asiento.