Wicked por Siempre, la segunda parte del ambicioso proyecto cinematográfico dirigido por Jon M. Chu, promete cerrar con broche de oro la historia de Elphaba y Glinda, las brujas más icónicas del reino de Oz.
Si bien Wicked por Siempre no es perfecta, logra expandir el segundo acto de la obra de teatro con nuevas canciones, giros narrativos y una estética más madura.
Aquí te dejamos nuestra reseña de 5 puntos:



- Wicked por Siempre tiene una mejor narrativa
- La mayoría de las canciones de Wicked por Siempre funcionan muy bien
- La puesta en escena de Wicked por Siempre está a la altura
- Las protagonistas de Wicked por Siempre hacen un gran trabajo
- Wicked por Siempre comete algunos errores en el manejo de sus temas
Wicked por Siempre tiene una mejor narrativa
Lo primero que podemos decir es que Wicked por Siempre tiene una mejor narrativa, poniendo un mayor talante en la manipulación mediática y corrupción, sin perder de vista la historia y evolución de las brujas,
Mientras la primera parte de Wicked se centró en el origen de la amistad entre Elphaba y Glinda, aquí se adentra en las consecuencias de sus decisiones.
Elphaba buscando una revolución para liberar a los animales oprimidos por el régimen del Mago. Su magia, antes contenida, se vuelve más poderosa pero también más peligrosa, reflejando su lucha interna entre justicia y venganza.
Glinda, por su parte, es una “bruja buena” alejada de sus ideales, y su vínculo con Elphaba se pone a prueba cuando debe decidir entre la lealtad y la conveniencia política.
La película explora con profundidad temas como la identidad, la traición, el poder y la sororidad, en un contexto donde el bien y el mal se difuminan.




La mayoría de las canciones de Wicked por Siempre funcionan muy bien
Sin lugar a duda, la parte más importante de la película (y esperada) son las interpretaciones musicales; la mayoría de las canciones de Wicked por Siempre funcionan muy bien.
Gran parte de las canciones entran de manera orgánica en la película y sirven para que la trama avance, no son solo adornos bonitos, casi todos los números tiene un por qué en la obra.
Si bien hay una o dos que se pueden sentir como innecesarias y que solo están ahí para “hacer bulto” y que la película alcance las más de dos horas de duración, el resto son adecuadas.
Además, voces de Ariana Grande y Cynthia Erivo aportan matices distintos; Glinda empieza con dulzura y evoluciona hacia una fuerza emocional, mientras que Elphaba ofrece una interpretación visceral, cargada de vulnerabilidad.

La puesta en escena de Wicked por Siempre está a la altura
Por lo mismo, fans no se deben de preocupar, la puesta en escena de Wicked por Siempre está a la altura, tanto del musical, como de la primera parte.
El director Jon M. Chu logra secuencias musicales que combinan coreografía teatral con efectos visuales de última generación, evitando la saturación visual y privilegiando la expresividad actoral.
La producción mantiene el tono de cuento de hadas, pero con una paleta más sombría y texturas que evocan el desgaste emocional de sus protagonistas.
La fotografía utiliza contrastes de luz para reflejar los estados emocionales de las protagonistas, mientras que el montaje apuesta por ritmos pausados que permiten que cada canción respire y tenga impacto narrativo.

Las protagonistas de Wicked por Siempre hacen un gran trabajo
Las protagonistas de Wicked por Siempre hacen un gran trabajo, entregando actuaciones igual de poderosas que en la primera parte.
Ariana Grande nos presenta a una Glinda consumida por el sistema y la banalidad, que da la impresión de ser una ególatra pura, pero que conforme avanza la película encuentra su redención gracias a su amiga.
Por su parte, Cynthia Erivo presenta a una Elphaba decidida, pero ingenua y algo torpe a pesar de su poder, la cual poco a poco va encontrando su fuerza, al mismo tiempo que lucha por no convertirse en “La bruja mala”.
Aquí también tenemos que sumar a Jeff Goldblum, que si bien tiene menor presencia, aprovecha cada momento para alzarse como el antagonista, carismático y manipulador que ya conocíamos.

Wicked por Siempre comete algunos errores en el manejo de sus temas
Dependiendo de qué tan quisquilloso o quisquillosa seas, podría haber solo un problema con la película y es que Wicked por Siempre comete algunos errores en el manejo de sus temas.
En sí, el filme redefine el canon de Oz, ofreciendo una lectura política. No es solo una fantasía musical, sino una alegoría sobre cómo se manipula la verdad y cómo el poder puede corromper incluso las mejores intenciones.
Cuando la película desarrolla esto a través de la piel y la relación de las brujas, es cuando alcanza su mayor brillo, tanto en actuaciones, secuencias y canciones.
Sin embargo, cuando se desvía a otros temas más “banales”, cae un poco y se hace algo pesada, pues se siente innecesario que se le dedique tanto tiempo a esto, teniendo un desarrollo global más interesante y fuerte.

¿Vale la pena Wicked por Siempre?
Si viste la primera entrega y te gustó, Wicked por Siempre es un obligado, pues continúa de buena manera la historia y la cierra de manera satisfactoria.
Más allá de los problemas con la exposición temática y que algunas canciones sobran, Wicked por Siempre es una película bastante entretenida, donde a pesar de tener más de dos horas de duración no te aburrirás.
Ahora que si eres fan del Mago de Oz, irónicamente esta obra no es para ti, pues no solo desmitifica el libro y la película original, sino que omite mucho de ese filme, al grado de que la aparición de Dorothy es meramente anecdótica.
