La nueva Anaconda llega como una de las apuestas más peculiares de Sony Pictures para finales de año. Lejos de intentar replicar el tono de terror‑aventura de la cinta original de 1997, esta versión se inclina por un enfoque meta‑cómico.

Este giro conceptual coloca a Anaconda en la misma línea de relecturas autoconscientes, donde la ficción y la realidad se mezclan para generar humor, caos y un comentario sobre la industria del cine.

Aquí te dejamos nuestra reseña de 5 puntos:

  1. La historia de Anaconda es divertida aunque no tenga sentido
  2. El elenco de Anaconda tiene buena química
  3. El tono general de Anaconda es el que sostiene la película
  4. El estilo visual de Anaconda es bastante pulido en la acción
  5. Anaconda no es nada original en realidad

La historia de Anaconda es divertida aunque no tenga sentido

Hablemos primero de la trama de la película, pues la historia de Anaconda es divertida aunque no tenga sentido, por lo que no esperes nada muy elaborado.

La película presenta a Doug y Griff, un par de amigos que atraviesan una crisis de la mediana edad, los cuales tenían como sueño hacer grandes películas en Hollywood.

Por azares del destino consiguen los derechos de Anaconda, por lo que ahora harán un reboot de la película con sus propios medios; lo cual incluye ir al Amazonas y enfrentar a una serpiente real.

Lo cual nos lleva a una serie de situaciones exageradas que rompen con toda lógica; pero que dentro del universo de la película funciona.

Además, juega constantemente con la idea de “la película dentro de la película”, lo cual permite que funcione como comedia de aventuras y como comentario sobre el cine de serie, los remakes y la nostalgia.

Anaconda

El elenco de Anaconda tiene buena química

Claro que por muy interesante que sea la premisa, esta no funcionaría de no ser porque el elenco de Anaconda tiene buena química, elevando una obra que con otros actores y actrices tal vez no funcionaría.

Jack Black como Doug McCallister nos presenta al clásico hombre con una vida “tradicional”, pero que esta no le es suficiente, pues siente que su talento está siendo desperdiciado.

Paul Rudd como Ronald “Griff” Griffen Jr. completa la dupla con Jack Black, aunque en su caso, la crisis que atraviesa es más pro activa, al grado que busca cumplir su sueño de niño, no importando el peligro que represente.

Este dúo es un acierto evidente; ambos dominan la comedia física y verbal, y su química de “amigos en crisis” que puede conectar con audiencias adultas.

Steve Zahn como Kenny Trent es el alivio cómico de la obra, si es que se le puede llamar así, como una persona desobligada e irresponsable que al parecer hecho a perder su vida por su propia culpa.

Thandiwe Newton como Claire Simmons aporta la visión femenina de la crisis de mediana edad, sumando al trasfondo cómico en general; aunque también hay que decir que del cuarteto, es la más desperdiciada.

Remake de Anaconda con Jack Black y Paul Rudd

El tono general de Anaconda es el que sostiene la película

También hay que hablar de como el tono general de Anaconda es el que sostiene la película, pues no se toma en serio a sí misma, lo cual ayuda a que todo se sienta muy ligero.

Tom Gormican demuestra una vez más su habilidad para mezclar comedia, acción y meta‑narrativa. Junto con el guionista Kevin Etten, construye una historia que solo homenajea al cine de los 90, y se burla de él con cariño.

La combinación de aventura, comedia, acción, terror y suspenso, deja claro que el énfasis está en el humor y la dinámica entre los protagonistas.

Permitiendo bromas sobre efectos especiales, clichés del género, decisiones absurdas de producción y la obsesión nostálgica por las películas de hace unas décadas.

Remake de Anaconda con Jack Black y Paul Rudd

El estilo visual de Anaconda es bastante pulido en la acción

A pesar de ser una película con un talante cómico marcado, el estilo visual de Anaconda es bastante pulido en la acción, con secuencias bastante interesantes, principalmente de persecución.

La fotografía corre a cargo de Nigel Bluck, conocido por su trabajo en cintas de acción y aventura, lo que nos da una cinematografía dinámica y que capta muy bien la esencia de la obra original, agregando un extra.

Además hay que señalar que no se usaron serpientes reales, toda la criatura está generada por CGI, con un diseño más exagerado y expresivo, acorde con el tono cómico.

Esto se suma a un uso de efectos prácticos y filmación en locación, lo cual le da un realce al filme que hace que todo se sienta más orgánico, a pesar de no tener un animal real en pantalla.

Anaconda

Anaconda no es nada original en realidad

Ahora vayamos con lo más evidente y es que Anaconda no es nada original en realidad, y no solo lo decimos por ser una reimaginación de una obra de hace más de 30 años.

Pues incluso el discurso meta ficcional, de hacer una película sobre una película que critica los vicios de Hollywood en tono de sátira, ya se ha hecho anteriormente.

De hecho el más reciente reinicio de Scream gira alrededor de eso, y funciona mucho mejor que esta película, pues hace señalamientos más puntuales acerca de la industria.

A esto hay que sumar que algunos chistes podrían no agradar a todo el público, sobretodo si no son fans del humor de Jack Black o Paul Rudd, el cual es muy infantil en ocasiones.

Anaconda

¿Vale la pena Anaconda?

Anaconda es una película que apela a la diversión inmediata, aunque trata de hacer un comentario sobre el Hollywood actual en tono satírico, es más algo superficial que puntual.

El objetivo de Anaconda es que la gente se pase un buen rato, riéndose de las desventuras de este peculiar grupo de adultos que rozan la tercera edad, tratando de cumplir sus sueños.

Las bromas acerca del cine actual son más añadidos al entorno general de la obra, que el punto principal de la misma; lo cual podría decepcionar a las personas que esperen una comedia más incisiva.

Igualmente quienes esperen un reboot de la original, con su estilo de terror sangriento, casi Serie B, también quedarán desencantados; pues la violencia es más de corte caricaturesco que gore absoluto.