Si nos basamos en el Diccionario del español en México una persona chafa es la que “presume de ser algo que no es o que no cumple con las expectativas que genera”. Aplica al caso de Beatriz Paredes.

Beatriz juró que no iba a retirarse de la contienda interna del frente PRI, PAN, PRD para no “repetir el modelo patriarcal” de acuerdos políticos que caracteriza a los dirigentes de tales partidos.

Dijo más la señora Paredes: que están “jodidas” las mujeres que acepten ese modelo patriarcal... Pocos días después de haber asegurado que jamás iba a someterse a los hombres de los partidos de oposición, Beatriz se rindió y aceptó lo que ellos, los machitos, le impusieron.

La senadora Paredes hizo lo que había jurado no iba a hacer: declinar porque así se lo exigió el modelo patriarcal que domina la alianza PRI, PAN, PRD. En sus propias palabras, Beatriz quedó totalmente jodida. Muy su problema.

Desde luego, hubo ingenuidad en la gente (me incluyo) que pensaba que ella era una política digna. Olvidamos que Beatriz es solo una priista. Solo eso, nada más eso: priista.

En Morena están felices. Antes de retirarse vergonzosamente Beatriz exhibió las limitaciones intelectuales de la candidata de la alianza PRI, PAN, PRD, Xóchitl Gálvez. Y exhibió también la señora Paredes la falta de democracia del Frente Amplio por México.

Es curioso, los y las columnistas más felices porque la oposición ya tiene candidata, admiten —como Juan Ignacio Zavala hoy en El Financiero— que la “fiesta democrática” que iba a regalar a México el famoso frente:

  • a) ‘No fue una fiesta’.
  • b) ‘No fue democrática’.
  • c) ‘No fue ciudadana’.

A pesar del fraude ciudadano y democrático del frente PRI, PAN, PRD, Zavala está contento porque la oposición tiene candidata. Una candidata que él, en un anterior artículo, consideró totalmente mediocre.

Jorge Castañeda está en las mismas: justificó en Nexos la elección de Xóchitl por medio de encuestas, y abiertamente dijo que le vale gorro si fueron o no ejercicios demoscópicos serios:

  • “En el fondo éste es el hecho político importante —que Xóchitl sea candidata—”.
  • No le importa a Castañeda “si la primera encuesta telefónica estuvo mal hecha”.
  • Tampoco le importa “si la segunda encuesta en vivienda estuvo bien hecha”.
  • Le da igual al colaborador de Nexos “si la primera encuesta en vivienda estuvo mal hecha”.

O sea, Castañeda y otros analistas inteligentes pero ahora mismo fanatizados por el odio a AMLO —como Jorge Suárez Vélez en Reforma— andan de imitadores de Felipe Calderón, inventor del haiga sido como haiga sido.

Ya tienen su candidata, que la aprovechen. Desde luego, sin la prometida elección democrática —PRI, PAN y PRD tuvieron miedo de convocar a la gente: sabían que muy pocas personas iban a participar y, por lo tanto, iban a quedar en ridículo—. Un fraude el frente.

Más les va a valer que capaciten aceleradamente a Xóchitl Gálvez para los debates. Porque la intelectualmente muy superior Claudia Sheinbaum ya está lista para confirmar lo que Beatriz Paredes demostró: que la aspirante de la derecha empresarial tiene pocas ideas y las defiende muy mal porque nomás no se le da expresarse sin mentadas de madre.

Luego no se vayan a andar quejando si Morena gana no solo la presidencia, sino las mayorías legislativas para aprobar proyectos de AMLO que la derecha detesta. La culpa la tendrá el frente PRI, PAN, PRD que eligió a la que evidentemente era la aspirante más limitada.