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El polémico proyecto del Tren Maya ya está funcionando en varios de sus tramos y es por ello que en SDP Noticias nos dimos a la tarea de subirnos a este medio de transporte en uno de los tramos que ya está inaugurado y comprobar que tan ciertas son las versiones que a diario aparecen en las redes sociales y los comentarios de analistas y líderes de opinión sobre la obra de infraestructura ferroviaria.

El recorrido del proyecto de movilidad será una vez que finalice su construcción en todos los tramos de 1,554 kilómetros que abarca los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. A lo largo de la ruta se contarán con 19 estaciones y 14 paraderos, cercanos a zonas turísticas y distintos aeropuertos.

El pasado martes 9 de enero abordamos a las 7:00 horas uno de los vagones del tren en la estación de Cancún, Quintana Roo y nos dirigimos a la ciudad de Mérida, Yucatán; el costo del pasaje en clase turista es de 735 pesos, sin embargo, solo pagué 367 pesos ya que recibí un descuento del 50% con mi tarjeta del INAPAN, al ser adulto mayor.

La estación de Cancún está inconclusa, sin embargo, se ven trabajadores de la construcción que laboran día y noche para terminar la obra. A pesar de que no están concluidos los trabajos, no existe ningún problema para abordar y hay todas las comodidades para acceder sin ningún problema.

El recorrido empezó puntualmente, el vagón estaba limpio, los asientos son muy cómodos, el personal fue amable y la atención cálida, inclusive los elementos de la Guardia Nacional que están a cargo de la seguridad, informaban a los pasajeros de forma afable.

El recorrido por la selva de la Península de Yucatán tuvo un tiempo de tránsito de cuatro horas, muy similar a lo que tarda el autobús en hacer el mismo recorrido. La vista es espectacular ya que se puede contemplar en todo su esplendor la espesura de la jungla de esa región del país.

Los pasajeros de la clase turista no pueden acceder al vagón comedor al que solo pueden entrar los viajeros que pagaron servicio premium, a los cuales se les sirven alimentos, sin embargo, hay para todos, los servicios de cafetería, donde se puede comprar café, refrescos, agua, baguets, entre otros productos para botanear.

La llegada a la capital de Yucatán fue a las 11 de la mañana. La estación de Mérida del Tren Maya está casi concluida solo algunos detalles; en está terminal hay un autobús urbano 100% eléctrico llamado “Ie Tram” que hace el recorrido desde el paradero del ferrocarril al centro de la ciudad.

El ferrocarril del sureste del país está considerado con un uso “Energético Dual o Híbrido“ que se compone de energía eléctrica y un diésel especial refinado en su etapa inicial, está contemplado que en no más de una década podrá hacer su conversión total a hidrógeno haciéndolo totalmente ecológico.

El Tren Maya utilizó para su construcción muchas vías ya hechas en el siglo pasado, por el gobierno del dictador Porfirio Díaz, además de la vía que se construyó en los años 50 del siglo pasado de Palenque, a Valladolid, pero el proyecto no se realizó bajo los mismos objetivos de explotación de la población originaria como hace más de 100 años, sino que el plan tendrá metas muy distintas, que es la de ser fuente de bienestar para los habitantes de la zona y comunidades de cada uno de los estados involucrados.

La construcción del Tren Maya está dando la oportunidad de descubrir, investigar, rescatar y mejorar zonas arqueológicas de esa bella zona del sureste del país lo que es una valiosa aportación a la historia y una forma de promover un turismo cultural que atraiga viajeros de todas partes del mundo, y exista un desarrollo económico que beneficie a las comunidades de esa región que por décadas fueron abandonadas.

El gobierno de la Cuarta Transformación (4T) le está apostando a la rehabilitación de los trenes de pasajeros, esto a pesar de que la oposición argumenta que este tipo de movilidad es costosa para el erario, y con muy pocas posibilidades de ser rentable, sin embargo, la apuesta que está haciendo la actual administración federal es correcta ya que el transportar personas ya sea con fines turísticos o de negocios, contribuye al desarrollo económico de las comunidades y del país.

Según una evaluación de ONU-Habitat, que es programa de Naciones Unidas para los asentamientos humanos, el proyecto del Tren Maya genera más de 900 mil nuevos empleos y sacará de la pobreza a más de un millón de personas de la zona.

La infraestructura contribuye al bienestar social cuando cumple una condición muy simple: los beneficios sociales han de ser mayores que sus costos sociales. El Tren Maya cumple con esa premisa.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que dirige Diego Prieto ha hecho una gran labor para el rescate de las zonas arqueológicas del México prehispánico, por donde pasa el ferrocarril, con lo que los turistas tendrán la oportunidad de adentrarse a estas maravillosas construcciones mayas,

Los pasajeros que desciendan del tren en la estación de Izamal podrán admirar el bello convento que hay en esa ciudad además de la zona arqueológica que se encuentra en ese lugar y disfrutar las calles del “pueblo mágico”.

En el “pueblo mágico” de Izamal se celebrará el próximo mes de febrero el Festival Páayt’aan (diálogos en maya) que se propone el rescate de la cultura maya.

Los turistas también pueden bajar en el paradero de Tixkokob y visitar la zona arqueológica de Ruinas de Ake, conocer la Hacienda de San Lorenzo de Ake, donde todavía se trabaja la fibra de henequén como lo hacían hace más de 100 años y conocer el cenote y la Universidad del Mundo Maya que dirige Janitzio Duran.

El Tren Maya es un gran proyecto que beneficiará el desarrollo del sureste del país y para eso hay que conocerlo y no creer todas las mentiras que se dice de la obra ferroviaria.