“Oh whoa oh oh
Ahora ustedes (oh whoa oh oh)
Oh whoa oh oh
Oh whoa oh oh
Oh whoa oh oh
Oh whoa oh oh
¡Todos juntos! oh whoa oh oh
Oh whoa oh oh
Oh whoa oh oh
Y no quiero olvidarte tal vez tú regreses
Y aquí yo estaré esperándote amor
No lo puedes llegar a negar
Tú y yo somos uno mismo whoa oh”
TIMBIRICHE
¿Quieren la respuesta rápida? Fácil: la Presidencia de la República y los negocios a partir de la administración del 2030. O antes, si es posible.
El trío senatorial, los tres amigos, amigachos (si alguien no lo sabía, esos tres son ‘uña y mugre’) ya están pergeñando, esbozando y, sí, trabajando en una alianza para el 2030. Ya sea con Morena o en contra de Morena, eso es lo de menos. MC con el PAN es lo que ya traman y dinamitando lo restante que quede de la “oposición”. Esto, más allá de que uno de los personajes es del PAN (el panista “estrella”), otro de Morena y otro más de MC. ¿Se vale? Sí y no.
Vayamos por partes, diría Jack el destripador:
Morena lleva poco más de seis años machacando que la única oposición en México es Movimiento Ciudadano, partido político de Dante Delgado, el mismo que tiene buenos jingles de campaña y que va como veleta en el viento. Cuando fija postura, la mayoría de las veces lo hace como apéndice y comparsa de la 4t.
A partir de esta realidad, la 4t insiste que los emecistas son lo que queda de la verdadera oposición, que una nueva alianza de personas y de grupos políticos se fragua.
Este trío ya está cocinando y trabajando formalmente en una estrategia para coaligar al PAN con el MC, dejando fuera al sempiterno moribundo PRI. No es un rumor, pregúntenles a sus amigos y a sus enemigos en el Senado.
¿Suena extraño? Sí, eso que ni que. Yo pensé lo mismo en un principio. Esa alianza no me checa y me dije: “el PAN, específicamente Anaya, debería cuidarse de MC, debido a que esta naranja propuesta es una extensión, brazo y misil de Morena para tronar votaciones, alianzas y sí, candidaturas. El vehículo/partido perfecto para terminar de dividir/quebrar a la oposición".
Pero luego, al meditarlo, y conociendo que Ricardo Anaya no es ningún tonto y que es muy cercano a Dante, me dije: “entre gitanos (esto es, entre senadores y grillos de esa envergadura) no se leen las manos. Solo los intereses”.
Por lo cual, Ricardo Anaya está jugando algo muy perverso. Perverso contra sus correligionarios del PAN, contra el resto de la oposición, pero también contra Sheinbaum (ya llegaré a ello). ¿Qué?, ¿el resto de Acción Nacional no se da cuenta? Una alianza para aparentar ir en contra de Morena, sabiendo de antemano que seguirán el cartabón de MC que es… ¡un aliado de Regeneración Nacional.
Sí, la esquizofrenia jugada por MC de no apoyar a veces y en otras ser comparsa de Morena, retomarla desde esta nueva “alianza” PAN-MC. Para fines prácticos, encarecerle al oficialismo el tener que “pagar” por los apoyos o los silencios de esa alianza de oposición…
Y claro, para que esto haga sentido es menester decir que una cosa es Ricardo Anaya y sus amigos del PAN y otra cosa muy diferente el PAN y el panismo tradicional. Que cuando sea evidente que MC quiere colonizar al PAN, o bien que esa alianza se forja para ser la única alternativa de la oposición, serán esos panistas de abolengo los que pondrán el grito en el cielo.
Y no es la primera vez: cuando Anaya se hizo del PAN, se salieron Margarita Zavala y Felipe Calderón. ¿Permitirán los verdaderos panistas que esta escisión se repita? Sería una sangría difícil de parar, pues hay que aceptar que el ex niño maravilla tiene un discurso muy bien articulado y que buscará con el PAN (o a pesar del PAN) la investidura.
Por ende, Anaya y Delgado le están apostando a un juego muy perverso. No es construir una oposición. Sí, esto huele a una nueva alianza, un nuevo partido, una nueva estructura, con la cual puedan negociar, sacar dinero y ser fuertes al momento de enfrentarse/estar con Morena. Encarecer cualquier tipo de negociación con la 4t. Y en el camino, sacar del juego a los pocos que quedan como oposición.
¿A quién harían candidato a la Presidencia? En este momento no es claro, aunque se sabe que Ricardo Anaya lo intentará. Dante no será pues ha estado enfermo, y lo que le interesa de este arreglo/alianza, es que su “bebé” madure. No le interesa ser el candidato y menos para la Presidencia. Y la salud tampoco le da para ello.
Y aquí es donde surge Adán Augusto. Quien además de ser gestor como los otros dos, es una persona a quien sí le interesa la Presidencia. Y sin descartarlo, puesto lo que aspira y suspira Ricardo Anaya, dado los antecedentes del senador sureño, es que se podría pensar que él estará detrás de los dineros de dicha alianza.
Controlar, gestionar y obviamente aprovecharse de los presupuestos/proyectos/programas, sería lo interesante para este tabasqueño. El rol deja de ser político para convertirse básicamente lo económico. Se menciona que ya sucede con algunos de sus operadores (ver el último reportaje de Latinus). Continuar y crecerlo no parecería descabellado.
Por lo visto, al PRI lo dejarán de lado ¿ya se dio cuenta o no se ha enterado? Porque, como sea, al moribundo ahora sí nadie lo tomará en cuenta.
Pero lo que estamos viendo es también una apuesta perversa y traicionera hacia Claudia Sheinbaum y el claudismo de Morena. Lo que se está cocinando en el Senado continuará creciendo y sí, va contra ella y también en contra de López Obrador ¿o dará la venia a quien él llama “hermano”? No estoy segura pues sí veo al expresidente jugando con Adán Augusto y con Dante, pero no con Ricardo Anaya a quien detesta. A menos que lo tenga como caballo de Troya para terminar de destruir al PAN, pero lo dudo. Lo que lleva a pensar que estos tres amigos están jugando solos. Sin el aval ni la prohibición de López Obrador.
Si Claudia tiene la intención de dejar algún legado propio (lo que es natural para cualquier presidente), ya va tarde en construir una posible candidatura de la 4t para sucederla. Le digo, se está quedando corta. A Claudia la están rebasando por la izquierda y por la derecha.
¿Qué tienen en común Ricardo Anaya, Adán Augusto y Dante Delgado? Un proyecto político y económico, el cual ya empieza a cobrar vuelo.
Giro de la Perinola
Los reyes y las reinas del Senado se comportan como monarcas en el ámbito de la cámara legislativa.
Como Gerardo Fernández Noroña, quien antes de emprender su viaje a Roma, salió con que la presidencia del Senado debería durar tres o seis años. ¿Será que se le acaba el tiempo de ser presidente del Senado? Porque el señor quiere hacerlo retroactivo.
No hay sorpresa en sus ínfulas de rey, pero es de un cinismo inaudito. Al rato va a pedir que los particulares le pidan perdón como si fuesen sus siervos. Uffff… eso ya lo exige…
O como Andrea Chávez, la reina del Senado. Dicen las malas lenguas que la senadora chihuahuense se comporta como señora feudal y le cierran para ella solita un elevador del Senado cuando sube/baja. Si de por sí es una monserga pues no hay suficientes ascensores en dicho edificio y todos tienen que esperar a que su jirafesca majestad termine de llegar a donde se encamina.
Lo mismo con el estacionamiento, que no es cómodo ni ágil ni sencillo. Pues lo cierran, para que la reina se suba/baje de su camioneta machuchona y que nadie se le acerque mientras ella siga ahí. Eso no solo es abuso de poder, es joder a todos, incluyendo a su bancada.
Por último, pero no por ello menos importante: ¿qué está pasando que Andrea Chávez y Adán Augusto López ignoran olímpicamente lo que dispone Claudia Sheinbaum? Pues eso, no le hacen caso. Demasiado ocupados en la otra alianza que ya están fraguando. Soñando con ser reyes de Chihuahua y de Palacio Nacional.