IRREVERENTE

Les platico que se me ocurrió este título, leyendo de reojo a quienes desatan con insultos sus instintos, apenas el presidente es tocado con el pétalo de una crítica insinuada o declarada.

Lo digo por los que al menos tienen algo de público para sus manifestaciones escritas, como el tal Hernán Gómez Bruera y también por los que no les da para más que un chat o dos donde inexplicablemente toleran sus excreciones, que no expresiones.

Por cierto, Gómez Bruera critica a periodistas sin siquiera serlo él. En fin, gajes del oficio cibernético de nuestros días.

Prosigo.

Esos a los que se refiere el título de mi columna de hoy, necesitan testigos para sus vidas falsas.

Opinan lo que otros escriben y dicen.

Son “buenos hombres” y “buenas mujeres” que, de dónde sacan tanto tiempo para pasársela en los chats, es un misterio.

Digo que de repente leo de reojo sus excresiones, porque si lo hiciera con los dos ojos me quedaría ciego.

La mayoría de sus posts son tan inútiles como las uvas secas.

De pronto, para darse mundo entre quienes sí lo tienen, comen papas francesas para sentir que están en Francia o pizza para creerse en Italia.

Estados de ánimo en vez de estados financieros

El otro día me tocó leer -de reojo- los argumentos que uno de esos esgrimía con su florete despuntado, en contra de un ex asesor del secretario de Hacienda en turno.

Estuve a punto de meterme en ese duelo para hacerle notar al osado que firma su nombre anteponiendo el prefijo de “Dr.”, que estaba basando sus argumentos en “estados de ánimo” y no en “estados financieros”.

Pobre, así le fue con el citado ex asesor. De seguro perdió seguidores tras su bravata.

Son de un ego tan frágil, que apenas se sienten acorralados, piden apoyo de la manada y ninguno de ellos respira si no les dan permiso.

Son tan tiernos sus argumentos y tan juguetonas sus ideas, que se les quiere cual mascotas.

Y no se sientan agraviados ni ofendidos, porque tal cosa dice de ellos su presidente. Acuérdense que un día los llamó solovinos.

Desoyendo consejos, un día no resistí la tentación de intercambiar unas cuantas líneas con otro “buen hombre” que pulula en esos chats.

Y terminó su alocución invitándome en forma cordial a reunirnos en persona para “limar asperezas”.

“Que desagradable resulta caerle bien a la gente que a uno le cae mal”, tal cual le dije, citando a Jaume Perich.

Ya ni me respondió.

Y rememorando todavía al encuentro entre el “Dr.” y el ex asesor del secretario de Hacienda en turno, creo que un veterinario al menos sabe lidiar con animales. Punto para el economista que sí lee “estados financieros” y no “estados de ánimo”, como el otro.

La 4T es algo que se enchufa a la pared…

Y esa pared se llama Andrés Manuel. Sin él, las corcholatas ruedan a su suerte.

Qué difícil se la han de estar pasando, porque desde el palacio nacional les mienten y tienen que engullirse las mentiras cual tubérculo poblano, como el slogan de campaña de NO a la militarización.

Cambiar de idea es bueno, pero de ahí a traicionar sus propios ideales, está bien cabrón.

¿Otro botón de muestra?

Haber aceptado el triunfo que certificó el INE en las 18 gubernaturas, en las 788 alcaldías, en las 68 senadurías, en las 190 diputaciones federales y en los 18 congresos estatales a favor de Morena y sus aliados, y hoy quererse comer vivo a ese organismo porque tienen miedo de que el despertar de la ciudadanía les arrebate esas posiciones.

¿Odio? ¿De parte de quién?

En sus deshilachados argumentos, los defensores del sistema en el poder dicen que la oposición fomenta el odio y la desunión.

A ver.

¿Quién atacó cinco días seguidos a los participantes en la marcha pro INE y anti reforma electoral del pasado día 13?

¿No es acaso eso una postura separatista? Los que no están conmigo, son mis enemigos y adversarios.

Si cogen a los suyos en corruptelas -Ignacio Ovalle y el fraude a SEGALMEX por más de $1,300 millones- los premian con una sub secretaría en Gobernación, si son de la oposición, persecución, escarnio y bote.

A esos que defienden y excretan las proclamas del palacio les digo, con todo respeto: ya nomás les falta dar la patita.

Síganle, muchachos, y aprovechen que hay autobuses y camiones de redilas gratis para que vayan a la contra marcha del día 27.

CAJÓN DE SASTRE

“No olviden anotarse con los pastores allá en el Zócalo, no vaya a ser que los saquen de las listas de las ´dádivas del bienestar”, remata la irreverente de mi Gaby.