Suele haber muchas especulaciones que giran en torno a la relación entre Palacio Nacional y el poder legislativo, concretamente en el epicentro del Senado de la República donde, en estos momentos, hay un curso sobre la minuta de la iniciativa presidencial.

Lo cierto es que, ayer mismo, se ratificó la coordinación eficiente que ha sido constante y de forma conjunta entre ambos poderes, lo que nos lleva a concluir que, el propio presidente, manda un mensaje claro para lograr que los canales de comunicación se fortalezcan, incluso, con la propia presencia que él encabeza a través de su secretario de Gobierno.

Y esa respuesta se hizo tan evidente en un momento coyuntural donde- el presidente- requiere del respaldo legislativo para encauzar su iniciativa presidencial en materia de Seguridad.

De hecho, lo comentábamos ayer mismo en nuestra columna de este espacio de opinión luego de concluir que, la charla del secretario de Gobierno con el Coordinador de los Senadores de Morena, tenía un claro mensaje, primero, de reconocimiento al poder político de Monreal que logró, con mucha eficiencia, sacar adelante el proceso de renovación de la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado hace unos días.

El presidente Obrador sabe que su capacidad para construir acuerdos es eficiente frente a todos los retos que ha sacado adelante; por tal motivo, actuó rápido a través de su secretario de Gobierno quien llevó su mensaje a la reunión de los Senadores de Morena.

Por ello, estoy plenamente convencido que ha llegado el momento de abrir nuevamente la puerta para aclarar cualquier especulación y reforzar los lazos de comunicación entre López Obrador y Ricardo Monreal, pues no podemos ignorar el clima que nació luego de una campaña propagandística derivada de la propia sucesión anticipada que apareció desde otras trincheras.

Al respecto, la relación entre el presidente Obrador y Monreal se enfrió, sin embargo, de acuerdo con la narrativa del propio secretario de Gobierno, Adán Augusto, hay señales claras para superar cualquier brecha y recuperar, con voluntad política del presidente, una amistad añeja que ha cultivado frutos importantes en la lucha democrática del país.

De hecho, observé al propio Adán Augusto muy decidido a propiciar las condiciones de un encuentro entre los Senadores de Morena y el presidente. En ese sentido, va implícita la asistencia de Ricardo Monreal, como líder de la fracción, y el actor medular cuya función es clave en el ejercicio legislativo al ser, en los hechos, el arquitecto para construir acuerdos y consensos, incluso con la propia oposición con quien fomenta el diálogo permanente.

Eso seguramente empujó fuerte para que el presidente reforzara la interlocución con Ricardo Monreal. Es claro que eso aconteció ayer en las inmediaciones del Senado.

La clave estuvo en la iniciativa presidencial que envió el mandatario en materia de seguridad; fue eso lo que abrió el abanico entre el poder legislativo y ejecutivo una vez que, el secretario de gobierno, propuso el encuentro con López Obrador a través de un gesto conciliador del hombre de Bucareli de qué están dispuestos, de acuerdo con la lectura que se percibió ayer, a retomar la relación con un aliado al que le reconocen su labor fundamental.

Finalmente, no fue casualidad lo que pasó: Adán Augusto asistió al senado a tres aspectos fundamentales. El primero tiene que ver con el reconocimiento a la labor clave que juega Monreal en estos momentos en el Senado, sobre todo por la jugada maestra que ratificó su liderazgo en la Plenaria de Morena, y por su puesto en la votación de Presidente de la Mesa Directiva.

En Segunda, saben en Presidencia que Ricardo es un estratega y recurren a él, para no encontrar contratiempos de la aprobación de la iniciativa presidencial; por último, y con una postura muy madura del secretario de Gobierno que sabe tejer acuerdos, propició el posible retorno del coordinador de los Senadores a Palacio Nacional a un encuentro con el presidente Obrador.

Ese puede ser un escenario viable luego de la narrativa que apreciamos ayer. Lo otro es que, sin contratiempos, saldrá adelante el proyecto que envió el presidente en materia de Seguridad; puede ser hoy o mañana en el pleno de la Cámara de Senadores.