A pesar de que se ha generado un clima de polarización en relación con la propuesta de iniciativa presidencial en el rubro de la Guardia Nacional, ayer el Senado de la República dio una muestra coherente y consciente de la responsabilidad que juega el papel legislativo en una auténtica división de poderes pese a la fuerte presión que existe para aprobar la minuta que envió el congreso en torno a la iniciativa de seguridad.

Y vaya que la presión ha sido fuerte debido a que -el propio presidente López Obrador- insiste desde la tribuna de la mañanera, concretamente a réplicas de preguntas expresas que realiza la prensa en torno al tema, lo que abona a que el clima se torne en ascenso. Sin embargo, eso no bastó, al menos porque la bancada de Morena en el Senado tomó la determinación de seguir la ruta legislativa por la importancia social que tiene el tópico.

Con ello, el órgano legislativo de la Cámara Alta refrenda su esencia de privilegiar la pluralidad y la autonomía al ejercer los mecanismos del proceso. Por ello, la iniciativa quedará en aras de que revuelvan las comisiones a las que fueron turnadas luego de que la propia fracción de Morena resolviera así.

Se prevé que el proceso dure entre cuatro o cinco días pues hay una razón poderosa para analizar, discutir y valorar el esquema jurídico de la Guardia Nacional. En ese quehacer, conoceremos el futuro del proyecto presidencial debido a que se trata de una de las iniciativas que ha generado mayor controversia.

Pese a que la Cámara de diputados aprobó el proyecto en fast-track, la minuta se turna al Senado de la República como organismo revisor. Muchos pensaron o rumoraban que sucedería lo mismo, sin embargo, uno de los factores que ha diferenciado el entorno entre una cámara legislativa y otra, es el principio de responsabilidad de tomar en cuenta las opiniones de los senadores de Morena que integran la fracción.

Es, en términos políticos, un ejemplo del devenir legislativo en cuatro años de ejercicios donde ha privilegiado el nivel de debate digno de resaltar -pues la representación de los legisladores hacen valer su función en calidad de representantes del pueblo, pero también como un organismo autónomo con capacidad de tomar decisiones con base a la voluntad colectiva de un pleno que no aniquila- ni suprime la democracia como principio de responsabilidad.

Y esa responsabilidad no se toma a la ligera al referirse a un tema trascendental en la vida pública del país. Por tal motivo, se tomó una decisión que atiende a todas aquellas voces que buscan contribuir y aportar a fondo pues el juicio o la exigencia debe valorarse paso a paso, en especial por el interés que existe de muchos colectivos que buscan sumar y cooperar

A pesar de que hay muchas especulaciones y tensiones por el tema, los protagonistas de la Cámara Alta están tranquilos y trabajando en unidad. De hecho, la postal que retrató el trabajo coordinado fue, sin duda, el encuentro que sostuvieron Ricardo Monreal, coordinador de los Senadores de Morena y Adán Augusto, secretario de gobierno, que es el interlocutor del ejecutivo federal.

Podríamos decir que fue un encuentro rutinario pues, durante mucho tiempo, juntos han acompañado la ruta legislativa, sobre todo por el respaldo irrestricto a los proyectos presidenciales. Sin embargo, atinadamente el Senador Ricardo Monreal no quiso adelantar nada porque el voto será libre y recaerá, como ha sido siempre, en la determinación de cada uno de los legisladores, incluidos los de Morena que han votado en conciencia y de manera libre.

Eso lo privilegiaron en la propia plenaria a pesar de las fuertes presiones que hicieron por imponer un Presidente de la Mesa Directiva del Senado desde la sede del gobierno de la Ciudad de México. De hecho, fuimos testigos que, cada uno de los senadores, hizo valer su derecho de opinar y votar en un ejercicio democrático que debe ser un ejemplo tanto para los poderes de la nación, como para la opinión pública que atestiguó la autonomía que emerge en la Cámara Alta pese a lo que muchos especulen debido a que es, hoy en día, una forma de generar un clima sofocante en la muy anticipada carrera presidencial.

Si ese fuese el caso ya se hubiera manifestado un desplazamiento de fuerzas y un desequilibrio notorio; caso contrario, la unidad interna de Morena no está en riesgo, el grupo parlamentario está cohesionado y no le ve sobras de división o amenazas de fractura, así lo aseguró Monreal; es un hecho que bajo esa consigna trabajan pues los gestos de respaldo a su líder no sólo se han mantenido, sino crecen a pesar de la guerra sucia que han puesto en marcha en contra del coordinador de los Senadores de Morena al no querer incluirlo en la lista de aspirantes de Regeneración Nacional en vísperas de la sucesión presidencial.

Sin embargo, contra todo pronóstico de Palacio Nacional el Senador Ricardo Monreal está de lleno en el juego sucesorio porque ha demostrado y demuestra, capacidad y pericia suficiente pese a los desaires orquestados. Lo paradójico de ello es que, todas las pruebas que le han puesto, las ha superado -ya que buena parte de ellas- le han caído como anillo al dedo para demostrar de qué está hecho.

Notas finales

Y para reforzar la tesis de que hay interlocución eficiente, hoy, miércoles, se reunirán nuevamente el secretario de gobierno, Adán Augusto y Ricardo Monreal, coordinador de los Senadores de Morena. ¿Será un gesto de Palacio Nacional para rectificar? Seguro que sí: el presidente Obrador sabe perfectamente lo valioso que es el zacatecano para influir en el ejercicio legislativo, pero también lo que significa la unidad en aras de reducir la tensión que existe.