A sus 79 años, Eva García de Joaquín, madre de Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, fue arrestada por autoridades estadounidenses como parte de una investigación federal que ha desmantelado la red criminal que operó durante décadas bajo el amparo de la organización religiosa fundada en Guadalajara en 1926.
Su reciente detención en Los Ángeles, California, marca un nuevo capítulo en la larga y oscura historia de abusos sexuales, explotación infantil y crimen organizado que envuelve a la iglesia, cuya sede principal se asienta en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Eva García no era una figura decorativa dentro de la iglesia. Según documentos judiciales, fue pieza clave en la preparación y sometimiento de víctimas, muchas de ellas menores de edad, para que fueran abusadas por su esposo, Samuel Joaquín Flores y, posteriormente, por su hijo Naasón.
México calla
La acusación detalla la forma en que García obligó personalmente a menores a participar en actos sexuales, mientras se enriquecía con los diezmos y ofrendas de los fieles.
Su residencia, adornada con lujos extremos y compartimentos secretos llenos de dinero en efectivo, es testimonio del poder económico acumulado a costa del sufrimiento de miles de feligreses.
Todo esto ocurre en Estados Unidos, donde se desmantela esta red con investigaciones, arrestos, condenas y procesos judiciales, mientras que en México reina el silencio.
Si bien existen múltiples denuncias presentadas ante la Fiscalía General de la República, ninguna ha prosperado, pero la impunidad no es casual, responde a una red de complicidades políticas que ha protegido a los líderes de La Luz del Mundo durante décadas.
Iglesia y poder político
La cercanía de esta iglesia con el poder político mexicano ha sido documentada ampliamente, al punto de que lograron colocar en el congreso federal a legisladores como Emmanuel Reyes Carmona, –cercano a Marcelo Ebrard–, Hamlet García Almaguer e Israel Zamora, actual vocero de la 4T.
Otros actores políticos también han sido señalados de brindar protección a los líderes, entre ellos el ahora titular del ISSSTE Martí Batres y Sergio Mayer, diputado de Morena, quienes han sido fotografiados en eventos de la iglesia; otros más, como Silem García Peña —hoy prófugo— operaba como defensor legal del culto.
Esta red de protección ha permitido que, mientras en Estados Unidos se condena a Naasón Joaquín a más de 16 años de prisión, en México no se haya dictado una sola orden de aprehensión ni mucho menos alguna sentencia contra los líderes religiosos.
Complicidad
Conforme se conocen más detalles, la historia de La Luz del Mundo no es solo la de una iglesia que abusó de la fe de sus seguidores. Es también la historia de un sistema político que, por conveniencia o complicidad, ha cerrado los ojos ante crímenes atroces.
La Cuarta Transformación, que prometía erradicar la corrupción y proteger a los más vulnerables, ha guardado silencio frente a las denuncias de abuso sexual infantil, tráfico de personas y lavado de dinero que involucran a una organización con más de cinco millones de fieles en el mundo.
Mientras en Estados Unidos se exige justicia, en México se protege a los verdugos. La detención de Eva García debería ser un llamado de atención urgente para que las autoridades mexicanas actúen.
Pero en un país donde la fe se mezcla con el poder y donde los votos pesan más que los derechos humanos, la justicia parece seguir siendo un privilegio extranjero.
La captura de la madre de Nassón Joaquín y de otros miembros de la congregación, se realiza en el marco de la justicia federal, con el líder de la iglesia ya sentenciado, pero enfrentando ahora acusaciones de crimen organizado: tráfico sexual, pornografía infantil, trabajo forzado y transacciones financieras ilegales que podrían generar una sentencia mayor a la que le otorgaron las autoridades de California.
Por lo pronto, el Departamento de Justicia va por tres personas más que podrían estar en México, se espera que el gobierno de EE.UU. solicite su arresto y extradición para que, afortunadamente, enfrenten cargos en territorio estadounidense. Mientras México guarda un imperdonable silencio.
X: @diaz_manuel