La estructura que instauró Morena con la llamada Cuarta Transformación guarda una preocupante semejanza con esquemas mafiosos.

Tal es el caso de Tabasco. Cuando fue gobernador, Adán Augusto López Hernández construyó una red de poder presuntamente vinculada al crimen organizado. Diversas investigaciones señalan que el nombramiento como secretario de Seguridad de Hernán Bermúdez Requena, identificado como operador del grupo criminal La Barredora, una filial del Cártel Jalisco Nueva Generación tenía como propósito controlar el mercado del huachicol y diversas actividades ilícitas en la entidad.

El clan de los Salgado

Una situación similar parece replicarse en Guerrero, con la llegada de los Salgado al poder. Desde que Félix Salgado Macedonio fue alcalde de Acapulco, el estado comenzó a ser centro estratégico del narcotráfico. Durante su administración, el cártel de los Beltrán Leyva se asentó con fuerza en el Puerto y el vínculo fue tan cercano, que Evelyn Salgado Pineda, actual gobernadora e hija de Félix, se casó con Joaquín Alonso, alias “El Abulón”, operador financiero del cártel.

Cuando Félix Salgado no logró ser gobernador debido a que el INE le retiró la candidatura por no presentar informes de ingresos y gastos de precampaña, enfrentaba, además, acusaciones de abuso sexual que casualmente no prosperaron y le permitieron imponer a su hija Evelyn como gobernadora.

Toda la evidencia no fue obstáculo para que López Obrador lo defendiera abiertamente, incluso desestimando las denuncias, calificándolas como “linchamiento mediático” y, cuando se le preguntó por las víctimas, respondió con una frase que causó indignación nacional: “Ya chole”.

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La estructura del poder

Hoy, Guerrero atraviesa una brutal disputa entre los cárteles de Los Ardillos y Los Tlacos, particularmente, por el control de la capital, Chilpancingo. En este contexto, se señala a Rubén Hernández, esposo de Evelyn Salgado y actual jefe de su oficina, como presunto enlace directo con Los Tlacos.

Otra figura clave es Francisco Rodríguez Cisneros, subsecretario de Gobierno, considerado el equivalente de Bermúdez Requena en Tabasco. Quien ha aparecido en redes sociales junto a presuntos capos criminales y se le acusa de ser el nexo entre el gobierno estatal y grupos delictivos. La impunidad en Guerrero llega al grado de que, a pesar de ser sorprendido robando 15 millones de pesos de la Secretaría General de Gobierno, continúa en funciones.

Guerrero también refleja un profundo nepotismo: Evelyn como gobernadora; su padre Félix, senador; Rubén Hernández, jefe de la Oficina del Ejecutivo; Liz Salgado, hermana de Evelyn, directora del DIF estatal (con un presupuesto mayor al de salud y educación) y, Jesús Urióstegui, pareja de Liz, diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política.

En esta red, destaca Norma Otilia Hernández Martínez, exalcaldesa de Chilpancingo y protegida de Félix Salgado. Hernández fue grabada en julio de 2023 reuniéndose con Celso Ortega, líder de Los Ardillos, poco después de que aparecieran siete cuerpos desmembrados en la capital del estado. A pesar del escándalo, solicitó licencia para buscar una candidatura al Senado por Morena, que no logró debido a la presión social.

En las elecciones de 2024, Morena perdió la alcaldía de Chilpancingo ante el candidato de la coalición PRI-PAN-PRD, Alejandro Arcos Catalán quien seis días después de asumir el cargo, el 6 de octubre de 2024, fue asesinado y decapitado. Su última actividad pública fue una visita a Tepechicotlán, zona controlada por Los Ardillos.

Aunque Otilia Hernández fue expulsada de Morena en septiembre de 2024 por sus vínculos con el crimen organizado, en marzo de 2025 fue readmitida por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia; luego de presumir conversaciones con Félix Salgado, volvió al partido al arranque de la campaña de afiliación que encabezaba Andrés López Beltrán y ahora es militante activa y consejera estatal de Morena.

Complicidad, protección y reciclaje

Estos patrones no son exclusivos de Guerrero o Tabasco: ¿cuántos otros estados gobernados por Morena replican la misma estructura?

Al final, estos casos ampliamente documentados, apuntan a una preocupante normalización del crimen organizado dentro de estructuras de gobierno, aderezadas por el nepotismo, la impunidad y una narrativa de “lealtad al movimiento” que ha desplazado los principios de legalidad y ética pública.

X: @diaz_manuel