“No siembres una semilla en la ignorancia, porque puede germinar”.

Ahora que existe tanta difusión y confusión sobre antisemitismo, antisionismo, antijudaísmo y otros temas similares, y tanta crítica al gobierno de Israel con y sin razón, deseo explicar lo que significa que el pueblo judío haya sido bíblicamente el pueblo elegido.

En primer lugar, el pueblo judío fue elegido en la época del exilio a Egipto, cuando Moisés los liberó para recibir las sagradas escrituras que son los 5 primeros libros de la Biblia y los 10 mandamientos, para cumplir las leyes y los preceptos establecidos en ellos. Así está descrito en la misma Biblia, no fue una elección para recibir privilegios de ninguna índole y mucho menos, condecoraciones.

En segundo lugar, en la época en la que el pueblo judío fue elegido para dicho propósito de cumplimiento de las leyes divinas, todavía no se nombraba tal cual, era el pueblo hebreo o el pueblo de Israel, sin tener ninguna relación geopolítica con el actual Estado de Israel.

Existe una parodia histórica que comparto y que explica muy bien el por qué el pueblo de Israel fue el pueblo elegido:

Las columnas más leídas de hoy

En la época de Moisés, el creador le ofreció primero las sagradas escrituras al pueblo de Mesopotamia y ellos le preguntaron: ¿qué tenemos que cumplir para considerarnos los elegidos?. A lo que el creador les contestó: no pueden tener ídolos, y le respondieron que no podían recibir dichas leyes porque ellos construían ídolos y los veneraban.

Después, el creador se acercó con los pueblos nómadas del desierto y de igual manera les propuso ser los elegidos para cumplir sus leyes. También le preguntaron sobre dicho cumplimiento y el creador les contestó que una ley muy importante era no robar y le contestaron que no podían ser ellos los elegidos porque se dedicaban a asaltar a los viajeros que se cruzaban en su camino.

El creador pensó que los egipcios sí aceptarían ser sus elegidos, pero cuando les explicó que una de las leyes que tenían que acatar era no cometer adulterio, también se negaron, argumentando que los faraones egipcios tenían derecho de vivir con muchas mujeres, incluyendo a las que pudieran haber contraído matrimonio.

Al final, cuando el creador le ofreció al pueblo de Israel ser el elegido para recibir sus sagradas escrituras y sus leyes escritas en las tablas de piedra, los que ahora se denominan judíos, le preguntaron: ¿cuánto cuestan? y, el creador les respondió: son gratis, y sin pensarlo le dijeron, dame 2. Y así fueron los elegidos.