A base de cañonazos de millones de dólares en la compra de refuerzos, el Toluca logró armar un traje a la medida para Ignacio Ambriz. ¿El objetivo? continuidad del proyecto deportivo, sacar a los diablos del fondo de la porcentual y tener un equipo competitivo.

El diablo’ lo hizo: el pago de la multa por estar en los últimos lugares de la porcentual fue un pequeño desembolso pero una gran ofensa para la familia Diez que no reparó en costo para resarcir el daño moral, más que el del bolsillo.

Del otro lado, Pachuca apostó a mantener el proyecto que comenzó el año pasado con la llegada de Guillermo Almada. El famoso “70 / 30″, setenta por ciento de jugadores formados en la cantera y treinta de fuera.

En la final contra Atlas, los Tuzos jugaron con seis canteranos. Y ahora, ante Rayados, en las semifinales repitió la fórmula.

Ambas, la de Toluca y Pachuca, poseen sus riesgos, pero tienen que ver con los proyectos de la institución.

La Liga Mx es una liga poderosa económicamente, una de las más importantes a nivel continente. Donde se mueven muchos millones de dólares y donde no siempre ese recurso llega directamente del negocio del futbol.

¿Cuál es la mejor opción?

Las dos, depende qué quiera y qué necesite cada equipo.

Para el futbol mexicano parece que la mejor opción sería la de formar jugadores en lugar de traerlos del extranjero, sin embargo esto es una competencia y muchos no tienen manera o tiempo para generar el talento, prefieren apalancarse en la cartera del dueño y sus empresas.

Una buena final con grandes jugadores y entrenadores. Sin lugar a duda lo mejor que el futbol mexicano puede comprar y formar.