Si hay una palabra que define a 2025, es resiliencia, un año en el que personas y comunidades en México demostraron que incluso ante los desafíos, el espíritu humano es capaz de construir puentes hacia un mañana mejor.

La educación y la solidaridad como pilares de un mejor futuro

Comenzaron años atrás y este 2025 cobraron relevancia incluso más allá de nuestras fronteras. Hablo de una comunidad indígena mixteca en Oaxaca que creó un programa de alfabetización para adultos, logrando que más de 500 personas aprendieran a leer y escribir en su lengua materna y en español.

También se hizo viral Axel, un niño de 7 años de edad, veracruzano que enseñaba matemáticas a sus compañeros con dificultades escolares, conmoviendo a miles de personas y generando una campaña para apoyar la educación en zonas marginadas del país.

En Poza Rica, el agua llegó con furia, pero la solidaridad no se ahogó

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Y hablando de Veracruz, no siempre hubo buenas noticias.

El río Cazones, que por siglos ha dado vida a las tierras del norte de ese estado, se convirtió en una fuerza desbordante el 10 de octubre de 2025. En cuestión de minutos, sus aguas invadieron Poza Rica, borrando calles, inundando hogares y dejando un rastro de dolor que aún hoy se siente en cada rincón de la ciudad. Pero en medio de la tragedia, surgieron historias de amor, supervivencia y solidaridad que iluminaron el camino hacia la recuperación.

La inundación cobró la vida de varias personas en la ciudad, entre ellas padres de familia que lucharon por proteger a sus seres queridos y doña Elodia Reyes, una abuelita que sobrevivió a la creciente, pero perdió la batalla contra una neumonía causada por la exposición al frío. Junto a su esposo Hilario Reynosa, se quedaron horas abrazados en la azotea de su casa, aferrados al compresor de un aire acondicionado y a la esperanza de salir con vida. “Aferrados uno del otro, y a la vida misma”, contó Hilario después de la desgracia.

Poza Rica aún lleva el peso del desastre en sus calles y en sus corazones, pero también lleva la fuerza de una comunidad que se ha unido para reconstruir lo que el agua se llevó. Cada hogar limpiado, cada negocio que reabre sus puertas y cada abrazo entre vecinos es un paso hacia la esperanza, un recordatorio de que en medio de la oscuridad, el espíritu humano siempre encuentra la manera de brillar.

Iztapalapa: el día que todo cambió

La zona oriente de la Ciudad de México enlutó a decenas de familias con la explosión de una pipa en el Puente de la Concordia.

Eran las 14:20 horas del 10 de septiembre cuando una pipa que transportaba más de 49 mil litros de gas LP se volcó, dejando una enorme nube de humo y destrucción a su paso.

El accidente cobró la vida de 32 personas.

Iztapalapa, una demarcación que ha enfrentado múltiples retos a lo largo de su historia, demostró una vez más que su gente tiene un corazón tan grande como sus calles. La explosión sembró una semilla de solidaridad que seguirá creciendo con el paso del tiempo.

Es verdad que decenas, cientos de familias mexicanas terminan este año con dolor, con ausencia de un ser querido, con un lugar vacío en su mesa.

Pero 2025 nos enseñó que la grandeza no siempre está en los actos espectaculares, sino en la capacidad de unirnos para construir un mundo más justo y compasivo. Es un año que dejaremos atrás con nostalgia, pero también con gratitud, llevando en nuestro corazón la certeza de que podemos hacer las cosas bien y que México es un país maravilloso.

Hoy damos la vuelta a una página y empezamos a escribir una nueva historia.

Feliz año 2026.