Por Jacqueline Ramos
México, 24 Feb. (Notimex).- El cultivo de piel y hueso que se hace en laboratorios de la Facultad de Medicina de la UNAM, con técnicas de cultivo de medicina regenerativa, representan una esperanza para muchos pacientes que podrían recuperar o mejorar su calidad de vida.
Andrés Castell Rodríguez, jefe del Departamento de Biología Celular y Tisular de dicha facultad, explicó que mediante técnicas de ingeniería de tejidos, trabajan para crear órganos y reparar aquellos que han sido dañados o lesionados.
?La idea es que si hay piel dañada, por alguna razón, o algún hueso que se ha fracturado y que no ha consolidado, entonces poderlos reparar mediante los constructos óseos y cutáneos que realizamos en el laboratorio?, detalló.
En un recorrido por su laboratorio, ubicado en el sexto piso del edificio de la Facultad de Medicina, el experto señaló que en el caso de la piel, de un fragmento de uno o dos centímetros cuadrados puede generarse entre uno y dos metros cuadrados, el total de un ser humano promedio, en un promedio de 25 días.
Una labor así representa la diferencia en pacientes con quemaduras, úlceras crónicas o de tipo vascular. En el caso de los primeros se trata de una urgencia médica, porque hay que colocarles la piel de la manera más rápida posible para que no se infecten o se deshidraten.
Ello es una condición que pone en riesgo su vida, porque tienen cambios metabólicos muy importantes debido a que la piel impide que haya salida de líquido o entren microorganismos, abundó.
Además las lesiones que quedan a los pacientes muchas veces son deformantes o de cicatrización no adecuada, al tiempo que la estética y la funcionalidad de algún órgano se ve afectada.
La institución mantiene una relación estrecha en este campo con los hospitales Infantil de Tacubaya y Gea González; de este último se hizo un estudio que demostró que mediante la piel generada en el laboratorio, a los pacientes con úlceras vasculares se les cerraron las heridas más rápido y dejaron de tener dolor.
Asentó que esto mismo se puede utilizar para pacientes diabéticos e indicó que la perspectiva es aplicarlo en quienes tengan cicatrices hipertróficas, que están deformadas, o nevos (lunares) gigantes.
Sobre la piel que cultivan advirtió que no es perfecta, ?quiero aclararlo, aunque ya trabajamos para que lo sea? aún le faltan glándulas sudoríparas y folículos pilosos, pero lo que importa realmente, por ejemplo para un paciente quemado es cubrirlo.
Además es una piel un poco más blanca que, ?estéticamente, no se ve mal?, añadió el especialista.
En cuanto al hueso, afirmó que lo que hacen es auxiliar a pacientes que tienen alguna fractura que no ha consolidado; es decir, que no se ha reparado y que entonces se les forma una seudoarticulación.
?En un lugar donde el hueso debería estar completo, indemne, se forma una movilidad. Si es, por ejemplo, en una pierna, entonces el paciente no puede deambular, no puede caminar porque no le va a dar el sostén o soporte adecuado para que pueda hacerlo?, indicó Castell Rodríguez.
En este caso, explicó, a partir de la médula ósea de los pacientes los transformamos en osteoblastos, que son las células del hueso; una vez que tenemos una suficiente cantidad, se colocan en un gel de plasma que hacemos llegar a los ortopedistas para que recubran o rellenen estos huecos.
Expuso que sobre la materia se realiza un estudio con el Instituto Nacional de Rehabilitación, donde hay pacientes que tienen necrosis de la cabeza del fémur. Muchos son muy jóvenes y hasta hoy el único remedio conocido es ponerles una prótesis, pero es de metal y, dado que están creciendo, desbasta al hueso, se lo acaba.
?Ahora ellos nos dan la médula ósea de los niños, de los pacientes y las diferenciamos hacia osteoblastos. Entonces se las damos a los médicos y con una broca se perfora, la introducen hasta tres milímetros antes de la supericie articular, le ponen una sonda y ahí se inyecta el material, que comienza a reproducirse?.
Este estudio lleva un año, se hizo para ocho pacientes pero tres de ellos cumplieron ya seis meses y se ha visto una reducción en la zona de necrosis, lo cual indica que están teniendo una rehabilitación, aseguró.
?Lo que queremos es tener más experiencia en este campo y por eso estamos buscando más colaboraciones con otras instituciones, para que a nosotros nos permita tener una mayor experiencia?, expresó.
En el laboratorio que dirige Castell Rodríguez también se trabaja con el sistema inmunológico de la piel, para inducir o generar respuestas inmunológicas, específicamente melanoma, que es un cáncer muy agresivo.
A futuro, puntualizó, la idea es crear una Unidad de Ingeniería de Tejidos para poder surtir a las diferentes clínicas de salud.
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