La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este martes 1 de junio que asignó nombres del alfabeto griego a las cuatro variantes de Covid-19 consideradas “de preocupación”.

La OMS señaló que con el renombramiento de estas variantes serán más fáciles de mencionar y recordar.

Con lo nombres científicos, indicó la OMS, la población no solía identificar a estas variantes, dado que son difíciles de retener y diferenciar.

En su lugar, las personas nombraban a las variantes de Covid-19 por el lugar donde fueron inicialmente detectadas.

Lo anterior, generaba estigma y discriminación contra los países involucrados, así como cierto grado de desinformación, agregó.

“Ningún país debe ser estigmatizado por detectar y notificar variantes”, declaró la epidemióloga de la OMS Maria Van Kerkhove.

Con el fin de evitar estigmas y discriminación, así como simplificar su nombramiento, la OMS pidió adoptar los nuevos nombres.

“Para evitar esto y simplificar las comunicaciones al público, la OMS invita a las autoridades nacionales, a los medios de prensa y otras entidades a adoptar estos nuevos nombres”

OMS

Nuevos nombres del alfabeto griego para las variantes de Covid-19

  • La variante B.1.17 (conocida como británica) ahora será variante Alfa
  • La B.1.351 (conocida como sudafricana), ahora será la variante Beta
  • La P.1 (conocida como brasileña), ahora será la variante Gamma
  • La B.1.617.2 (conocida como india), ahora será la variante Delta

Estos nuevos nombres del alfabeto griego, aclaró el organismo, serán utilizados únicamente con fines divulgativos; sin embargo, no reemplazarán a los nombres científicos asignados en las investigaciones.

La OMS sostuvo que los nombres científicos transmiten información importante como el linaje en el que se encontraron las variaciones del coronavirus original.

¿Cómo eligió la OMS los nombres de las variantes?

Para determinar los nombres de las variantes de Covid-19 “de preocupación”, la OMS consultó a diversos expertos de todo el mundo y revisó varios sistemas nominativos para elegir los nombres más apropiados.

Para concluir que el alfabeto griego era la mejor opción pasaron varios meses de deliberaciones en las que los expertos consideraron otras alternativas.

Entre las opciones previas, se contemplaron a dioses griegos, nombres inventados y pseudoclásicos, de acuerdo con el bacteriólogo Mark Pallen, quien participó en las conversaciones.

No obstante, se descartaron ya que muchas de esas alternativas eran nombres de marcas, empresas o nombres de extranjeros.