La ballena, que hoy es el mamífero de mayor tamaño y vive en el mar, no siempre fue como lo conocemos hoy en día; igual que muchas otras especies, pasó por distintos momentos de evolución que cambiaron tanto su anatomía como su forma de vida, sus hábitos e incluso su alimentación. 

Sobre este fascinante tipo de animal, científicos hicieron un hallazgo sorprendente en la costa del sur de Perú: los restos fosilizados de una ballena anfibia de cuatro patas, o sea que vivía tanto en tierra como en el mar hace unos 43 millones de años. 

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El descubrimiento de este mamífero que medía cuatro metros de largo, llamado Peregocetus Pacificus, ofrece detalles de una etapa crucial de las primeras fases de la evolución de los cetáceos, el eslabón intermedio antes de que las ballenas se adaptaran por completo al mar, explicaron los científicos.

Las patas delanteras y traseras del Peregocetus tenían pequeños cascos que probablemente eran palmeados para ayudarle a nadar. Sus largos dedos y extremidades relativamente delgadas, sugieren que moverse en tierra no habría sido fácil. Sin embargo, gracias a estas extremidades podía trasladarse por tierra, y regresar a la costa para descansar y quizás parir. 

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Por la forma de su hocico y dentadura, los científicos dirigidos por Olivier Lambert paleontólogo del Instituto Belga Real de Ciencias Naturales, deducen que el Peregocetus  fue adepto a la captura de presas medianas, como los peces.

Las ballenas: un enigma

Los orígenes evolutivos de las ballenas fueron poco conocidos hasta la década de 1990, cuando se encontraron fósiles de los primeros cétaceos, pero varios de ellos han permitido comprender cómo evolucionó la especie  desde hace unos 50 millones de años a partir de mamíferos que vivían en tierra en lo que hoy conocemos como en Pakistán e India. Esta especie ha relacionado con los hipopótamos y sus ejemplares tenían el tamaño de un perro mediano. 

El Peregocetus prueba que las primeras ballenas que llegaron a América aún conservaban la capacidad de moverse en tierra. 

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Con el tiempo, las extremidades delanteras de los cetáceos evolucionaron en aletas y los miembros posteriores finalmente se convirtieron en meros vestigios. Y hace aproximadamente 40 millones de años el linaje de las ballenas evolucionó hasta transformarse en animales completamente marinos, explica la investigación publicada en la revista Current Biology.

Con información de Reuters.