Caster Semenya, atleta sudafricana ganadora de la medalla olímpica en 2012, se enfrentó a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, pos sus siglas en inglés) debido a los altos niveles de testosterona en su cuerpo y que la obligarían a tomar una medicación para que pueda seguir compitiendo, medida que considera discriminatoria.

Semenya vive con hiperandrogenismo, lo que hace que su cuerpo produzca un nivel de andrógenos por encima de una mujer promedio, como la testosterona, hormona que también se usa como dopante para incrementar el rendimiento deportivo.

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La IAAF ha solicitado a todos los atletas con “diferencias en el desarrollo sexual” desde 2018 la reducción de sus niveles de testosterona, pues considera que les otorga una ventaja frente a otros contendientes.

Discriminatorio, pero necesario

La controversia inició cuando la Federación Internacional de Atletismo anunció la entrada en vigor a partir del 8 de mayo de un nuevo reglamento para las atletas hiperandróginas, que obligaría a Caster Semenya a tomar una medicación para reducir los niveles de testosterona en su cuerpo si quiere competir en pruebas internacionales desde 400 metros a mil 609 metros.

El miércoles, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) rechazó el recurso de la atleta contra la Federación, aunque sí reconoció que la segunda debe modificar su reglamento.

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De acuerdo con el TAS, la aplicación del reglamento genera preocupación y aunque reconoce que es “discriminatorio”, considera necesaria la discriminación con el objetivo de “preservar la integridad de las atletas”.

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Se prevé que la deportista presente un nuevo recursos ante el Tribunal Federal Suizo.

Harold Cunninggham / AFP

Intentan frenarme: Caster Semenya

Caster Semenya ha sido respaldada por el gobierno de Sudáfrica, la ministra de Deportes, Tokozile Xasa, dijo que el nuevo reglamento “pisotea los derechos humanos y la dignidad”.

Para los expertos, el reglamento presenta problemas para su aplicación, entre el que se encuentra la dificultad de probar la ventaja atlética de las deportistas con hiperandrogenia para las distancias de mil 500 metros a una milla, así como los efectos secundarios del tratamiento hormonal que va a la par de imponer responsabilidad mediante una tasa de testosterona a respetar.

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Los abogados de la atleta argumentaron como necesaria la tolerancia a las deportistas con variaciones genéticas, pues el nuevo reglamento de la Federación de Atletismo se ve como una “manera equivocada y dolorosa de mandar en las características sexuales de las mujeres atletas”.

Otros expertos científicos ven en la imposición de la medida, un equivalente a excluir a jugadores de basquetbol por ser muy altos, además un especialista en bioquímica, Chris Cooper, recordó que los resultados de la atleta fueron peores cuando se le obligó a medicarse.

Con información de AFP y AJ+