Tan pronto como llegó la presidenta constitucional a la cumbre del G7, la oposición salió a criticar el medio de transporte en que se trasladó Claudia, y alguna de la comitiva que, desde luego, es parte del equipo de trabajo para abordar —con toda la seriedad— la invitación a uno de los marcos más importantes del mundo. Y sí, el conservadurismo sacó, una vez más, el lado más mezquino. Uno de ellos, evidentemente, uno de los periodistas que han perdido toda credibilidad por el grado de vulgaridad con el que se maneja al aire. Al hacer comentarios tan despectivos y abyectos, Carlos Alazraki, en las horas previas de la llegada de Sheinbaum, arreció la crítica porque la jefa de Estado, fiel a su estilo, se transportó en un avión comercial a Canadá. Se nota la inconformidad y la irritación de Atypical TV, que, en complicidad con la derecha, hace declaraciones ante la opinión pública de forma soez.
El propio Carlos Alazraki, que es ideólogo de las marchas de la ‘Marea Rosa’, deslizó la hipocresía y las limitaciones para elaborar un verdadero análisis. Dice, ante la impotencia, que Claudia viajó en avión comercial porque es populista. Mencionó, además, que la mandataria no lo representa. Tal vez, en ese sentido, tenga mucha razón, sobre todo porque él, lo dijimos ayer, es parte de ese 20% que no respalda el proyecto de transformación, al menos esa minoría que ha dejado al descubierto la visceral lingüística que ni siquiera vale la pena escuchar debido a que no aporta nada sustancial, con esas peculiaridades que la inmensa mayoría de los ciudadanos ignoramos por completo.
Del otro lado de la moneda, lo que sí resulta provechoso de abordar, es la efervescencia que provoca la presidenta constitucional de México. Momentos como los que atestiguamos a su llegada a territorio canadiense, a propósito, son los que plasmamos millones de mexicanos que enfocamos la atención en esos pasos agigantados que nuestra nación experimenta con este proyecto de transformación. Como sabemos, parte de la agenda de esta cumbre se puntualiza en temas de cooperación y en una numerosa lista de puntos que, al final de cuentas, serán el marco para proyectar acuerdos de colaboración. Para tal efecto, Claudia Sheinbaum, ya rebasando el primer semestre de su gestión, cuenta con grandes proyectos como el Plan México para posicionar al territorio nacional en un universo global que, en otras palabras, debemos adentrarnos o ponernos al día ante los constantes cambios.
Uno de los grandes componentes de ese engranaje que ha detallado la presidenta Claudia Sheinbaum, a través del Plan México, tiene que ver con el aporte que realiza la Secretaría de Economía. Dicha dependencia, en efecto, viajó para acompañar a Claudia Sheinbaum. La función que cumple Marcelo Ebrard, que es parte de esta columna vertebral, juega un papel preponderante no solamente para abrir el abanico de los recursos productivos que se elaboran a lo largo y ancho del país, sino del quehacer que, tras bambalinas, se realiza para negociar los tratados comerciales y, de paso, inhibir el impacto de las importaciones y exportaciones hacia otros mercados. De hecho, nos enteramos de que Ebrard, con su círculo más cercano, se trasladaba a la cumbre porque, al igual que Sheinbaum, posteaba una imagen de un avión comercial sin lujos ni comodidades. Esto es a lo que nos referimos a esa austeridad que, sobra decir, odia y repudia la oposición que, en décadas, hizo largos recorridos en el avión presidencial que tanto provocó desencanto en la población civil.
Por eso la austeridad republicana, que ha causado tanta irritación en la oposición, es vista con buenos ojos. Es, en otras palabras, una nueva cultura de gobernar que se apega a la esencia de un proyecto de nación humanista. Entonces, la crítica de la oposición, que carece de todo fundamento, ha quedado en otra fallida intentona por denostar el trabajo eficiente que se viene realizando. Por esa sencilla razón abunda la guerra sucia del PRIAN, que no le reconocerá jamás el quehacer que respaldamos la inmensa mayoría de mexicanos. Se estima, de acuerdo con las encuestas de opinión pública, que la jefa de Estado, con ese componente distintivo de la austeridad, siga manteniendo esa tendencia que, hasta ahora, ronda entre el 74 y 80% de aprobación.
Hay muchas diferencias entre un proyecto y otro. El que encabeza Claudia Sheinbaum, además de la continuidad que ha ido asumiendo con responsabilidad, es el más claro ejemplo de la representación digna del pueblo de México.
Notas finales
Nos hemos enterado que, ante la consolidación de Saúl Monreal como aspirante legítimo en la carrera por la gubernatura de Zacatecas, ha comenzado la guerra sucia o, mejor dicho, el fuego amigo al interior del movimiento. Eso, particularmente hoy, ha dejado al descubierto que el aspirante a vencer es el menor de los Monreal. Obviamente por ello, como muy a menudo sucede con los punteros de las encuestas, es focalizar las estrategias perniciosas que se esgrimen, sabemos, de esa lista de aspirantes que buscarán la coordinación de la defensa del voto el próximo año. Alguno de ellos, nos damos una idea de quién, trae una campaña de desinformación en complicidad con algunos medios de comunicación que, a rajatabla, han falseado información de una posible salida de Saúl del seno morenista. Saúl, lo dijo en sus redes sociales, resistirá hasta el final y, con ello, continuará respaldando a la presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum. Se nota que hay desesperación de los detractores.
Es muy claro: Saúl y Félix Salgado Macedonio, que además son punteros en las encuestas de opinión pública, tienen todo el derecho legítimo y constitucional de ser partícipes de la encuesta que aplique el partido, pues la sociedad, que pugna porque exista democracia participativa, es la que tomará la decisión final.