¿Por qué la jefa de gobierno de la Ciudad de México pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que la Guardia Nacional participe en labores de vigilancia en el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC)?

Tras el accidente de la Línea 3 del Metro el sábado 7 de enero, entre las estaciones La Raza y Potrero, donde lamentablemente murió una joven, han continuado varios incidentes en STC que van desde cortocircuitos, descomposturas de trenes y retrasos, que evidentemente generan molestia entre los usuarios, y que representan “carnita” para los opositores de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

He preguntado a un empleado de STC que tiene ya muchos años trabajando en el Sistema, si todo lo que ha ocurrido se debe a un sabotaje. Afirma: “Mira, no sé decirte de manera contundente, pero veo cosas raras, situaciones que luego se dan, pero llama la atención su ocurrencia seguida en estos días de decisiones políticas”.

Sobre el accidente en la Línea 3 comenta que pudieron ser varios factores, desde el humano hasta los técnicos, pero no descarta que el robo de cable sea una línea a investigar. Sobre esto, considera, “es difícil” que alguien se meta a robarlo, por lo que supone que puede ser personal sindicalizado o incluso de confianza del STC que no tiene ninguna restricción para ingresar a los túneles.

Luego se pregunta: “Cuando se lo roban, ¿cómo saben qué cable, cómo se corta, en qué momento lo deben hacer, por dónde lo sacan, cómo se lo llevan”?

¿Quién podría estar detrás? Plantea: “Es difícil acusar a alguien en particular, pero cuando los compañeros comentamos estos incidentes, siempre las conclusiones nos llevan a que pudieran estar detrás compañeros sindicalizados, porque Fernando Espino, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Metro ha perdido muchas prebendas que ha tenido”.

Sin embargo, Espino sigue teniendo en las filas del sindicato a la mayoría de los trabajadores, mientras que los otros sindicatos también del STC, tienen una pequeña representación, aunque muchos de los trabajadores de confianza “se pliegan” a Espino porque los “compra” cuando se acercan a él para pedirle que los apoye metiendo a trabajar al Metro a sus esposas, a sus hijos.

Dice que hay una creencia firme que, por ejemplo, el personal de confianza que está al frente de los llamados “PCC” (Puesto de Control Central), es personal sobre el que Espino tiene “cierto control sobre ellos”.

Explica que no es de ahora, que ha sido desde siempre, que cuando quieren presionar para “conseguir algo o para golpear políticamente al director general del sistema, algún funcionario o, por qué no, a quien encabeza el gobierno de la Ciudad de México, una de las palabras mágicas entre los operadores del Metro es ´tortuguismo´”.

Señala que es muy común que se acuda al “tortuguismo” para hacer más lento el tránsito de los trenes. Pueden tardar más de lo normal en cada estación, que haya problemas, y que esta acción no la podría realizar una sola persona. “Hay contubernio entre muchos, donde participan conductores y hasta personal de los PCC”.

Anota que en estos días algunas de las pláticas entre trabajadores es que “no se debió haber ido el Subdirector de Operaciones, Alberto García Lucio, sino Nahúm Leal Barroso, subdirector general de Mantenimiento, quien tiene ya muchos años trabajando en el STC, pero que sabe, “es un incondicional” de Espino.

El empleado del Metro señala que son muchos los problemas que se deben de solucionar, como “aumentar la tarifa” para que el Metro tenga mayores ingresos. Afirma: “No se ha querido cobrar más porque políticamente no conviene al partido que gobierna, pero es necesario que haya un aumento”.

Pero hay otras “contrariedades” que no se toman en cuenta, protocolos de seguridad que no se cumplen. Por ejemplo, anota, “los policías con sólo ver que alguien trae una credencial lo puede dejar pasar por las vías. No revisa si la persona que entra es la misma de la credencial, o con sólo ver que trae un uniforme o las botas dieléctricas, pasa. Estos policías no están capacitados para cuestiones de seguridad; muchas veces llegan a quedarse hasta tres turnos”.

Afirma que hay problemas con los equipos de intercomunicación de los andenes. “Puede llegar un trabajador y decir, soy fulanito de tal y anuncia que va a entrar a vías, pero el personal del PCC no sabe si realmente es la misma persona que va a ingresar a vías. Se debe modernizar el sistema. El trabajador que ingrese debe tener un número clave, porque si no se puede suplantar a alguien. Electrónicamente se debe registrar el ingreso de cualquier área de seguridad”.

El trabajador que pidió el anonimato, si bien insiste en que su visión es particular, considera que muchos de sus compañeros sindicalizados y de confianza, la comparten. El problema tiene que ver con la corrupción y los privilegios perdidos por Espino, y “seguramente porque alguien desde adentro del Metro puede estar haciendo el trabajo sucio contra la jefa de Gobierno”.

Describe que, desde que llegó Claudia Sheinbaum, el sindicato perdió muchas libertades, pero apunta que sigue “formando parte de varios de los comités donde se hacen las compras, donde la opinión de la organización tiene peso, el cual aprovecha para votar a favor de una u otra empresa que le va a vender al Metro. Se ha sabido que algunas empresas no ganadoras, han denunciado que el sindicato les ha pedido su moche”.

Recuerda que el enfrentamiento con la anterior directora del Metro, Florencia Serranía fue “duro porque ella no se dejó”. Les quitó privilegios como el servicio del hospital Durango que significaba millones de pesos para el STC, porque además el mismo Sistema tiene sus propias clínicas (Zaragoza, Ticomán, Taxqueña y Cuauhtémoc), además de que los trabajadores tienen derecho al ISSSTE.

El personal es atendido hoy, además de sus propias clínicas, en el grupo hospitalario privado “Azura”, que sigue significando una sangría para el STC, lo que representó un golpe para Espino, porque al cancelar los servicios del Durango, lo vino a perjudicar porque se habla de que era uno de los accionistas del nosocomio de la colonia Roma.

La plática con el trabajador del STC-Metro fue interesante en la medida que fue explicando mucho de lo que percibe él y algunos de sus compañeros, y que no descarta “sabotajes”, “cosas raras” y por eso dice que será importante la presencia de la Guardia Nacional en las instalaciones del STC-Metro para vigilar no sólo los andenes, también proteger los centros operativos como los PCC.

Esta “radiografía” deja ver un sabotaje subterráneo para descarrilar, de lleno, una candidatura, a costa del riesgo en contra de miles, de millones, de vidas de ciudadanos metropolitanos, visitantes y turistas.

Periodista | @JoseVictor_Rdz