Los malosos de Morena hicieron de las suyas para apuntalar a su impresentable líder, Adán Augusto López durante la comparecencia del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
Más que un ejercicio de rendición de cuentas, la sesión parecía un acto de relaciones públicas preparado para que el tabasqueño “se tomara la foto” con el secretario, es decir, que mostrara músculo político y quedara, por acto de magia, exento de investigaciones sobre sus presuntos vínculos con el crimen organizado, su relación con Hernán Bermúdez Requena el líder de La Barredora, sus ingresos injustificables y las denuncias sobre huachicol.
Una blanca palomita
Todo indica que el titular de la SSPC —quien ha mostrado resultados, una actitud profesional y ha tenido un papel protagónico en quizá los únicos logros que puede presumir el gobierno de Claudia Sheinbaum— se vio limitado por la presión política para dejar al senador López Hernández como una “blanca paloma”.
Durante su comparecencia, García Harfuch fue cuestionado sobre los temas que rodean al senador, el secretario precisó que, en el caso de La Barredora, célula delictiva operativa en Tabasco, liderada por Hernán Bermúdez, no existe hasta ahora una línea formal que vincule a Adán Augusto López.
Sobre el huachicol fiscal, el secretario informó los avances de operativos para desarticular redes que operaban por rutas marítimas y ferroviarias. Pero reiteró que no existen elementos para imputar o investigar formalmente al senador López Hernández.
Explicó que la detención de Bermúdez Requena se logró con apoyo del Centro Nacional de Inteligencia y otras autoridades federales, y que la estructura de La Barredora “ya fue parcialmente desarticulada”.
Denuncias incómodas
En México las denuncias incómodas se archivan o se declaran inadmisibles. La FGR a cargo del fiscal “carnal” Alejandro Gertz Manero, parece más dedicada a encubrir que a esclarecer.
Los vínculos entre Bermúdez y López Hernández deberían ser materia de investigación, por la simple razón de que era su jefe directo. Sin embargo, la Fiscalía no actúa, pese a las investigaciones y evidencias publicadas por medios y periodistas como Código Magenta, Reuters, Financial Times y Anabel Hernández.
Incluso, ante la inacción, el dirigente del PRI, “Alito” Moreno, presentó denuncias ante instancias estadounidenses como el FBI, la DEA y el Departamento del Tesoro, acusando a Adán Augusto de presuntos vínculos con el crimen organizado, robo y contrabando de combustible, lavado de dinero y su relación con La Barredora.
Moreno justificó haber acudido a esas instancias porque “en México las instituciones de justicia están cooptadas por el gobierno” y “no habrá justicia”, asegurando que las denuncias en México, “solo se archivarían”.
La senadora del PAN, Lilly Téllez, también ha presentado videos y documentos que, según ella, prueban los vínculos del tabasqueño con la delincuencia organizada, particularmente a través de Bermúdez, señalado como operador del Cártel Jalisco Nueva Generación en Tabasco.
Téllez documentó un entramado de corrupción con contratos millonarios, empresas fachadas y prestanombres ligados a López Hernández, que, de comprobarse, implicaría desvío de recursos, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
La diputada suplente del PAN, María Elena Pérez-Jaén, interpuso 37 denuncias penales ante la FGR contra López Hernández por irregularidades en su gestión como gobernador de Tabasco, incluyendo su relación con Bermúdez y un presunto desvío de hasta 800 millones de pesos.
Lo reconocen, pero no avanzan
Aunque los gobiernos de AMLO y Sheinbaum inicialmente negaron la existencia del huachicol, hoy es inocultable. En su comparecencia el secretario reconoció su magnitud, pero también la falta de avances judiciales.
La presidenta en su conferencia matutina, también admitió que “el problema es muy fuerte”, pero trató de trasladar la responsabilidad a Estados Unidos asegurando que empresarios estadounidenses también están involucrados y que el Departamento de Justicia norteamericano ha abierto investigaciones.
En otras palabras, si las denuncias de Alito ya están siendo revisadas, Adán Augusto estaría siendo investigado en territorio estadounidense.
Medios mexicanos y extranjeros han consignado que el secretario de Estado Marco Rubio, expresó “extrañeza” ante la presidenta Sheinbaum por mantener a López Hernández en activo pese a su presunta colusión con Bermúdez. Aunque no existe confirmación oficial de esa conversación, el rumor alimenta la tensión política y la percepción de impunidad.
Poco le servirá a Adán la foto con García Harfuch, cuya tarea es detener criminales, no absolver políticos.
Pero ¿cuánto tiempo más lo sostendrán? Si cae, ¿caerán también los demás integrantes de su grupo político, incluidos los hijos del expresidente que fueron “borrados” de la comparecencia? ¿Hasta dónde llegarán las indagatorias del Departamento de Justicia de Estados Unidos?
El tiempo lo dirá. Lo cierto es que, entre la indignidad y la impunidad, el caso Adán Augusto López se ha convertido en un espejo incómodo para el poder: uno donde la justicia no se atreve a mirar.
X: @diaz_manuel





