Vamos cerrando el año, y en resumen podemos decir que el saldo ha sido positivo, con todo y los escollos que como país hemos tenido que sortear. Sin embargo, esto nos permite ver cuáles son las áreas de oportunidad para mejorar, y qué podemos esperar para el año venidero.
Un gran pendiente sigue siendo la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), que debe hacer una limpia a profundidad en su interior, en aras de modernizar a nuestra autoridad máxima en la aviación nacional. No hay pretexto, y debemos de comenzar con su sitio web.
Yo sé que es la marca del gobierno federal, pero créanme, yo que me la paso consultado constantemente la página de la AFAC, cuesta leerla, está muy mal acomodada y los banners son espantosamente grandes; por lo tanto, en aras de una mejor atención, yo espero que para el próximo año hagan una reingeniería y la página web sea mucho más cómoda para navegar, y encontrar documentos importantes.
Esperamos también que la eliminación de 59 trámites, anunciada por la AFAC y que entraron en vigor a partir del 16 de diciembre; por favor, desahoguen y permitan esta modernización que exige el personal aeronáutico y requiere el país.
Lo siguiente que espero para la aviación, el próximo año, es que siga creciendo y que la fiesta mundial del futbol cumpla con las expectativas. Que este evento deportivo sea el gran escaparate que detone de forma positiva el turismo, y con ello la demanda de vuelos a nuestro país, para que las líneas aéreas nacionales tengan la oportunidad de crecer.
Siendo sincera, nuestra aviación es muy modesta en comparación con la de otros países, como es el caso de la madre patria, quien con casi 50 millones de habitantes, tienen poco más de 22 aerolíneas nacionales; México, un país con 133 millones de almas, tiene a duras penas 11 aerolíneas.
Es momento de seguir impulsando la aviación, ya que es una industria estratégica para el desarrollo de nuestra nación, y genera importantes polos económicos.
A la aerolínea del caballero águila la veo el próximo año más fuerte e incluso abriendo nuevas rutas, renovando su flota y solidificando su crecimiento. Aeroméxico es la línea bandera del país, y es quien nos representa en el extranjero, por eso veo que serán cada vez más exigentes con su personal, y con los productos que ofrezcan, tanto en tierra como a bordo del avión.
Aeroméxico aprovechará muy bien la ola del regreso a la aviación tradicional, a través de los servicios plus o premium que puedan ofrecer, y eso va a ser muy interesante de ver.
Para la aviación de bajo costo también vienen grandes retos, Viva y Volaris -ahora con un holding de por medio- deberán de ser muy inteligentes para optimizar sus recursos y tener una operación mucho más eficiente.
Es verdad, este fin de año ha sido caótico, y las cancelaciones y demoras han sido trending topic en redes sociales, y muchos pasajeros de estas aerolíneas de bajo costo se han quejado del maltrato recibido.
Entiendo las molestias que un pasajero experimenta al no obtener el servicio de transporte aéreo que le prometieron, pero también (y por favor no lo echen en saco roto), urge una mega campaña que le enseñe al usuario cómo viajar, que lea las condiciones de su boleto de avión, que sepa de antemano a qué tiene derecho y a que no, y que sepa que si se pone a gritar como desquiciado en mostradores lo único que logrará es ser catalogado como pasajero disruptivo, y por cuestiones de seguridad aérea, se le deberá negar el abordaje de un vuelo.
El maltrato no tiene cabida, ni del personal al usuario, pero tampoco del pasajero al trabajador. Para evitar usuarios en situaciones tensas, es importante que se le enseñe al pasaje cómo viajar, para que no se generen falsas expectativas y sobre todo para que sea cordial el trato entre el personal aeronáutico y los pasajeros.
Hablemos ahora de la aerolínea del Estado, la nueva Mexicana. De verdad me encantaría que dejaran de atosigarla con su falsa narrativa de “no despega”, porque si los detractores hicieran un análisis serio, se darían cuenta que lograr, en tan solo dos años, el cuarto lugar en transportar a nivel nacional pasajeros es un éxito rotundo.
A quienes estamos dentro de la industria no nos importan las corrientes políticas, sino la aviación per se. Sabemos lo que significa una nueva línea aérea en el mercado, y representa tener más oportunidad de empleos, de crecimiento y de conectividad dentro y fuera del país.
Si comparamos con sus “pares” a la nueva Mexicana, veremos que en apenas dos años se ha colocado en cuarta posición, y eso no se hace “por decreto”, sino porque en verdad esta nueva línea aérea tiene un servicio de excelencia, personal altamente calificado y una herencia de la antigua Mexicana, que los hace sentirse (y la verdad es que lo son), herederos de un importantísimo legado para la historia de la aviación nacional.
Ojalá y los medios tradicionales, y los opositores al actual régimen, vean de verdad la enorme ventana de oportunidad que representa tener una línea aérea nacional, y favorecer el transporte aéreo, detonando el crecimiento en distintos puntos del país.
Y para cerrar, espero que cada vez crezca más la oportunidad de viajar en avión y que cada vuelo sea una experiencia maravillosa. Estos son mis mejores deseos, para una industria a la que amo profundamente.




