En sesión celebrada este miércoles, el Décimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito resolvió el recurso de revisión civil 71/2025, promovido por The Bank of New York Mellon y su filial London Branch, dentro del juicio de amparo indirecto en el que se impugnaban las medidas cautelares decretadas a favor de TV Azteca, S.A.B. de C.V.

El Tribunal revocó la sentencia dictada por un juez de Distrito en Materia Civil, que había confirmado la constitucionalidad de dichas providencias precautorias, y concedió el amparo a las instituciones bancarias. En el centro del caso se encontraba una medida que, con una garantía cercana a un millón de pesos, había suspendido los efectos de un contrato de emisión de bonos por cientos de millones de dólares, impidiendo a las instituciones financieras iniciar cualquier procedimiento para exigir el cumplimiento de las obligaciones pactadas.

El fallo concluyó que esas providencias fueron indebidamente fundadas y motivadas, al aplicar criterios ajenos a la materia mercantil —como la “apariencia del buen derecho” y el “peligro en la demora”, propios de la suspensión en el juicio de amparo—, lo que derivó en una medida excesiva y carente de precisión. El Tribunal sostuvo que las medidas cautelares en materia mercantil deben limitarse a conservar la situación de hecho existente, no a suspender de forma genérica e indefinida los efectos de contratos válidamente celebrados y el debido cumplimiento de las obligaciones pactadas.

El proyecto aprobado, a propuesta del magistrado Juan Jaime González Varas, enfatizó que la pandemia de Covid-19 no constituye, por sí misma, un caso fortuito o fuerza mayor que justifique el incumplimiento de obligaciones contractuales ni la modificación unilateral de los acuerdos. Además, subrayó que el derecho de acceso a la justicia no puede restringirse mediante medidas preventivas tan amplias que, en los hechos, impidan a una de las partes ejercer sus derechos. Con esta decisión, el Tribunal precisó los límites de la tutela cautelar en procesos mercantiles.

Esta resolución implica que Ricardo Salinas Pliego y TV Azteca deberán enfrentar el pago de una deuda que supera los 580 millones de dólares, derivada de la emisión de bonos por 400 millones de dólares en 2017, con una tasa de interés de 8.25% anual. Los bonos, adquiridos por fondos de inversión internacionales como Cyrus Capital Partners y Contrarian Capital Partners, dejaron de pagarse en 2021, lo que originó una serie de demandas en México y Estados Unidos.

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Con este fallo, se levantan las medidas cautelares que habían protegido a TV Azteca durante casi cuatro años, y se abre la posibilidad de que los acreedores ejecuten garantías o embarguen activos de la empresa o del conglomerado de Salinas Pliego.

Además de esta deuda internacional, el empresario enfrenta otros litigios con el gobierno mexicano, entre ellos un adeudo fiscal de más de 74 mil millones de pesos ante el SAT, y conflictos comerciales con empresas como AT&T.

El magistrado Juan Jaime González Varas, actual integrante del Décimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, ha desempeñado cargos en diversos órganos del Poder Judicial de la Federación, incluyendo funciones relevantes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que otorga especial peso técnico a su resolución.

Además de ser un valiente juzgador, Juan Jaime tiene 15 años de experiencia en el Poder Judicial de la Federación y su trayectoria demuestra que no todo es corrupción y privilegios tras la carrera judicial. Existen abogados con ética y dignidad dispuestos a brindar estricta aplicación de la ley, el Derecho y la justicia.

Es muy importante que este acto no sea para evadir a la justicia fiscal, pues en caso de que por pagar deudas en el extranjero, Salinas Pliego se declarare en quiebra, ese acto podría sugerirse como perverso e inclusive, planeado. Mucho ojo a la Suprema Corte y a la manera de asegurar que el cumplimiento de obligaciones privadas del magnate no le deje sin recursos para hacer frente al fisco mexicano pues de ser así, los recursos que corresponden a la nación terminarán en algún banco norteamericano cuya jurisdicción podría beneficiarle con alguna estrategia legal.

Aquellos magnates no piensan de forma lineal. Van resolviendo crucigramas mentales complejos con opciones A, B y C que terminan por beneficiar a los problemas C, B y D.