Les platico: A la hora que sea publicado este artículo en México, estará terminando la llamada por los rusos “última manifestación” en protesta contra la invasión a Ucrania, decretada por Vladimir Putin.

Las nueve horas de diferencia entre la CDMX y San Petersburgo -donde se espera ocurra esta concentración- harán que para el mediodía nuestro ya sepamos si las temible policía rusa permitió que la gente mostrara su repudio al “tirano del Kremlin”, como también le llaman a Putin.

Svetlana R. -Mi agente en Rusia me indica que lo más seguro es que sea permitida la manifestación, pero a quien sorprendan intentando pegar carteles en contra de su presidente, será apresados, apelando a la reciente ley que prohibe la “diseminación de información falsa” sobre la invasión a Ucrania.

Para el gobierno ruso es falso todo aquello que busque desvirtuar las acciones bélicas de Putin contra los ucranianos.

Svetlana estuvo anoche en una reunión de amigos y se especuló que debido al rechazo creciente contra la guerra, el Kremlin difunde versiones tan absurdas como que Ucrania está preparando una embestida con armas biológicas.

Imaginen ustedes este absurdo: la versión que brota de los aposentos cercanos al mausoleo de Lenin en la plaza roja de Moscú, indican que los ucranianos dirigirán el ataque solo contra los nacionales rusos y que respetarán a los de otras nacionalidades.

Svetlana cuestionó a su amigo que soltó semejante versión, diciéndole que han de ser armas super inteligentes como para ser capaces de distinguir a quienes sí y a quienes no afectarán al estallar en suelo ruso.

En este país hay millones de armenios, georgianos, turcos y de otros países no alineados a las intenciones de Putin, que según lo propagado por los ujieres de Putin, solo serán dirigidos a los rusos.

Y mientras esto sucede, aumentan las presiones del gobierno del tirano contra la economía de sus compatriotas.

Los bancos rusos solo están devolviendo máximo $10,000 dólares o su equivalente en euros, a las cuentas que los rusos tienen en esas divisas.

Si las cantidades son mayores, los bancos lo convierten en rublos, con lo cual se produce una pérdida instantánea superior al 30% debido a la devaluación que sufre la moneda rusa.

Los horarios asignados para el cambio y retiro de divisas han sido cercenados a grado tal de que quien quiera realizar ese tipo de operaciones solo dispone de dos horas cada día, de lunes a viernes.

Entonces, en mi próximo artículo les daré santo y seña de lo que ocurra en esta que ojalá no sea la “última manifestación” en contra del “Zar Vlad”.

CAJÓN DE SASTRE

“Quedemos atentos”, dice la irreverente de mi Gaby.