Irreverente

Les platico: la hija del Maquío ni cuenta se dio que íbamos en el mismo vuelo 1567 de United, que partió de la CDMX a las 9:40 am de este miércoles 17 y que aterrizó en la capital norteamericana a las 14:50 horas.

Qué bueno, porque sé que DETONA no le cae muy bien que digamos, a pesar de que cuando corría ella en Calzada Del Valle nos saludábamos a cada pasada y hasta creo que éramos amigos.

Pero desde que empezó sus escarceos con la 4T y como se hizo amiga de otros periodistas afines a Poncho Romo, como que la amistad pasó a mejor vida.

El único de la comitiva presidencial que viajó en Business Class fue Marcelo Ebrard, por quien la Cancillería pagó $992 dólares del viaje redondo.

Tatiana Clouthier viajó a Washington

El resto se fue en Economy Class, con tarifa reembolsable de $907 dólares.

Y ¿quién es el resto? La Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; Hugo López-Gatell y Roberto Velasco, Jefe de la Unidad para América del Norte de la Cancillería mexicana.

También fueron invitados -pagados por el gobierno de la 4T- varios colegas de medios de la CDMX y uno que otro colado de los que sirven como focas aplaudidoras en las mañaneras.

La información oficial dice escuetamente -nomás- que fueron invitados, aunque platicando con algunos de ellos me dijeron que sus medios pagaron el viaje.

De los abiertamente colados ni les digo quiénes son para que no se les retuerzan los intestinos, a ustedes, no a ellos, que tienen una cooonchaaaa monumental.

El presidente viajó el mismo día desde Cancún en el vuelo 1618, también de United, que salió por la tarde y aterrizó en el aeropuerto de Dulles ya pardeando el día.

El costo de su pasaje de ida y vuelta fue de $977 dólares y viajó en Economy Class tarifa reembolsable.

Vuelo de México a Washington DC

Se regresará el próximo viernes directo a la CDMX para estar a tiempo en el desfile del Día de la Revolución.

Bueno, hasta aquí la numeralia y nombreralia relativa a este viaje de la delegación mexicana, rumbo a la IX Cumbre de Líderes de América del Norte.

La entrevista

Un medio de comunicación afín a Tatiana la entrevistó unos días antes de su viaje a Washington y cayó en varias imprecisiones que DETONAMOS hoy aquí. ¡Arre!

1.-

Ella dijo que en el primer trimestre (no dijo si del 2021 o del año que lleva al frente de Economía) la inversión extranjera en México llegó a $18,433 millones de dólares y agregó que esta cifra es un 2.6% más que la que se había logrado en el pasado, pero no dijo con qué está comparando este dato ni a qué pasado se refiere.

Pero el BigData de DETONA sí precisó que el 71% de la actual inversión extranjera proviene de contratos que fueron firmados antes de que AMLO asumiera el poder.

Entonces, Tatiana está saludando con sombrero ajeno, porque si las inversiones extranjeras siguen en México no es por ninguna acción emprendida por la secretaria de Economía.

Como digo, esas inversiones de las que presume se deben a contratos que están vigentes desde antes de que llegara la 4T y que están en riesgo de ser cortados debido a la beligerancia ideológica de Bartlett, de Nahle, del director de Pemex, de la mista Tatiana y obvio, del presidente.

2.-

Tatiana dijo en la mentada entrevista que en el T-MEC se negoció que cierto porcentaje de las partes en la construcción de vehículos deben ser de componentes regionales mexicanos.

Pero se quejó de que los norteamericanos se niegan a cumplir con esa cláusula del tratado comercial, porque en México no hay espacio político para ello.

El problema -al que NO se refirió Tatiana- es que la delegación de EEUU está compuesta por especialistas en cada una de las ramas industriales y comerciales incluidas en el tratado comercial, y del lado de México, por disposición de AMLO, fueron despedidos los que sí le sabían al asunto.

Específicamente me refiero a los equipos conformados por Ildefonso Guajardo -Ministro de Economía los 6 años del mandado de Peña Nieto- y su brazo derecho en estas lides, Kenneth Smith Ramos.

La realidad es que los estadounidenses y aún los canadienses nos están comiendo el mandado porque la Secretaría de Economía -con Tatiana por delante- está plagada de recomendados e improvisados.

3.-

En la mentada entrevista la funcionaria federal NO dijo que la labor de promoción de inversión extranjera hacia y desde México, es realizada por las embajadas y los consulados a través de agregados culturales y de relaciones públicas, que NO saben maldita la cosa de comercio internacional.

Tampoco dijo que por instrucciones de su padre putativo -Poncho Romo- la 4T desapareció a Pro México y con ello fueron despedidos más de 2,000 empleados y funcionarios especializados en el comercio internacional.

4.-

Tatiana tampoco dijo que la fusión de Bancomext con Nafinsa para cumplirle su deseo a Poncho Romo de poner al frente de un solo organismo a su ex empleado Eugenio Nájera Solórzano, le dio en la madre -desde otro ángulo- al comercio internacional.

5.-

Tatiana también habló de los semiconductores y dijo que construir una planta extranjera para la fabricación de esos componentes básicos de la industria moderna se necesitarían dos años.

Lo que NO dijo es que ningún inversionista extranjero le ha querido entrar a ese codiciado giro, porque en México no ven certidumbre por parte del gobierno.

Tatiana no sabe, porque le falta fogueo internacional y más aún en materia de economía, pero en reuniones de banqueros a las que DETONA ha asistido en Charlotte, Carolina Del Norte y en la misma NYC, representantes de los más pesados fondos de inversión afirman categóricamente que los dueños del dinero están preparados para las buenas y las malas noticias, pero para lo que no lo están ni estarán, es para la incertidumbre y esa es la principal característica que perciben en el gobierno mexicano.

Y no andan tan errados.

Basta analizar nomás por encimita el CV de Tatiana y los de su equipo de colaboradores para confirmar lo anterior, y como me dijo un mexicano que forma parte del Consejo de Wachovia Bank: para ponerse a llorar.

CAJÓN DE SASTRE

“Ahí viene otro ridículo más a la colección de la 4T”, dice la irreverente de mi Gaby.