La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, descartó que su homólogo de Estados Unidos, del país más poderoso del mundo, Donald Trump, ordene el ingreso de tropas militares estadounidenses para atacar a los cárteles de las drogas, que tienen a millones de personas con problemas de adicciones; los más vulnerables nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
“Estados Unidos no va a venir a México con los militares, no va a haber invasión, eso está descartado absolutamente”, dijo Sheinbaum.
No necesitamos que las autoridades del gobierno de otro país vengan a violar nuestra soberanía, porque lamentablemente los derechos humanos de la mayoría de las personas ya son vulnerados todos los días.
El martes 12 de agosto el Gobierno de México hizo una segunda entrega de narcotraficantes, 26 personas que estaban en prisión por vínculos con organizaciones criminales de tráfico de drogas fueron enviadas a Estados Unidos.
“El número de personas que usan drogas se elevó a 292 millones en 2022, lo que representa un aumento de 20% en 10 años. El cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores), seguido por los opioides (60 millones de consumidores), las anfetaminas (30 millones de consumidores), la cocaína (23 millones de consumidores) y el éxtasis (20 millones de consumidores)”, destaca la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2024).
La prevención al consumo siempre será fundamental, teniendo un tejido social fuerte con el apoyo total de las autoridades de los gobiernos y con la colaboración de la sociedad en su conjunto.
Es importante que nuestras niñas, niños y adolescentes estén informados desde sus centros educativos sobre sus derechos, la impartición de la clase en derechos humanos desde la infancia es urgente; además la participación comunitaria en la toma de decisiones; las políticas públicas inclusivas que reduzcan desigualdades; y la prevención de la violencia y acceso a justicia son acciones prioritarias.
Sin respeto a los derechos humanos, el tejido social se rompe, la desigualdad genera desconfianza y división, la violencia y la impunidad destruyen los lazos comunitarios. Asimismo, la exclusión deja a grupos fuera de la vida social y política.
Los gobiernos durante décadas han permitido la venta y el consumo desmedido de las drogas. Actualmente, todo está fuera de control.
Es momento para generar más conciencia y empatía en el marco del Día Internacional de la Juventud que se conmemora cada 12 de agosto, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999.
El objetivo es reconocer el papel fundamental de las y los jóvenes en el desarrollo de la sociedad, visibilizar los retos que enfrentan y promover políticas que garanticen sus derechos.
En pleno siglo XXI continuamos con el llamado global por un mundo más sostenible, urge invertir más en el potencial de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, asegurando que participen plenamente en la construcción de un futuro justo.