México.- El “robo hormiga” cometido a tiendas de autoservicio representa una merma anual de al menos, 1.99 por ciento del total de la facturación, valor que asciende a más de 24 mil millones de pesos, reveló Roberto Rivera, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP).

En entrevista para Notimex, el directivo explicó que la ropa y los tenis de marca son los productos que más se roban las personas de las tiendas departamentales y de autoservicio, para copiar los diseños y posteriormente venderlos en el mercado negro.

“Casi la mitad de las mermas se encuentran registradas en el área metropolitana de la Ciudad de México y 27 por ciento en el noreste del país”, detalló Rivera Mier.

Los que roban 

El presidente Indicó que el 60 por ciento de los robos en tiendas son por parte de los farderos, los cuales no hay que subestimar porque han llevado a las tiendas a elevar los niveles de información, de tecnología, “por las habilidades que cada vez demuestran y rebasan nuestra capacidad de asombro para poderse robar desde un chicle hasta una pantalla de televisión sin que se vea”.

El presidente de la AMESP apuntó que los hombres que se dedican al robo hormiga actúan en grupos de más de dos personas, mientras que en el caso de las mujeres por lo general lo hacen solas.

“Obviamente en aquellas temporadas donde hay más gente se da un ambiente más propicio para los ladrones, porque es más difícil poner seguridad y cámaras sobre 100 personas que 10 posibles clientes, la época decembrina, El Buen Fin, los clásicos Días de la Madre y el Padre, se prestan para mayor oportunidad para los amantes de lo ajeno”, refirió.

Ante esta situación, la empresa española Prosegur, asociada de la AMESP, creó un centro de capacitación, ubicado en la colonia Escandón, en la Ciudad de México, en donde hasta el momento se ha entrenado respecto a situaciones reales a 140 guardias de seguridad que prestan sus servicios en el área de retail.

Sobre los cómplices

Finalmente, Roberto Rivera indicó que no tiene conocimiento de algún caso en donde un elemento de seguridad haya sido involucrado en un robo a una tienda.

“Lo que hemos detectado es que han sido personas al interior de la tienda, como cajeros y personal de ventas, que de una manera intervienen para el registro de la mercancía o para quitar las etiquetas a las mercancías para que cuando pasen por los arcos detectores no suenen”, expuso el titular de la AMESP.

Con información de Notimex