México.- Una de las grandes preocupaciones de los habitantes de Morelos que ven con recelo a la termoeléctrica en Huexca, es que su funcionamiento implique la contaminación del agua que utilizan para sus actividades de agricultura y ganadería. Ante ello, consideran que para tomar la decisión más conveniente para ellos, es necesario que las autoridades les brinden información suficiente sobre el funcionamiento de la planta y sus implicaciones.

“Aquí lo que falta es información […]. No sabemos cómo se va a generar [la electricidad], si va a haber alguna contaminación o si va a haber algún beneficio”, señaló Gustavo Aldana, habitante de Huexca.

“Pues dicen que no perjudica, que van a regresar la misma agua […]. A mí me gustaría que fueran [las asambleas informativas] a nivel pueblo, que den bien la información, en estos quince días”, comentó Abel Castro, ayudante de gobierno de Huexca.

La consulta sobre la puesta en marcha de la termoeléctrica en Huexca, ubicada en Morelos, se llevará a cabo el 23 y 24 de febrero próximos en todo el estado, así como en 15 municipios de Puebla y en 9 de Tlaxcala por donde pasa el gasoducto.

De acuerdo con el Gobierno Federal, la puesta en marcha de este proyecto representaría para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) un ahorro anual de 3 mil 600 millones de pesos por traslado de energía para abastecer a Morelos.

De visita en el estado, el pasado 10 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió a los morelenses que, “en el caso de que se apruebe de que sí empiece operar la termoeléctrica, va a ser a partir de un certificado de la Unesco, de la ONU, para que quede claro de que no hay contaminación del agua”.

El 22 de septiembre de 2017 terminó de construirse la planta termoeléctrica denominada Proyecto Integral Morelos, en Huexca, una comunidad de mil 100 habitantes cercana a Yecapixtla.

De acuerdo con un reportaje del noticiero En Punto, de Televisa, esta planta ocuparía las aguas residuales de la Planta de Tratamiento de Cuautla para generar electricidad que son transportados por medio de un acueducto de 13.2 kilómetros (km) de longitud y suministra 245 litros por segundo.

Una vez terminado el proceso, el agua que no se evapora es óptima para uso agrícola y vuelve al cauce del río Cuautla.

El gobierno estatal asegura que apoyará el proyecto siempre que no genere daños al ambiente ni a la población.

“Si la planta sí genera afectaciones al medio ambiente o al agua, seremos los principales en oponernos como gobierno del estado, pero si las preocupaciones, tal como las ha aclarado el gobierno federal se confirman, creo que será un proyecto benéfico para el estado de Morelos”, Pablo Ojeda, secretario de Gobierno de Morelos.