Ciudad de México.- La piña es una fruta agridulce que es muy versátil, lo mismo se consume al natural que en conserva y deshidratada, en jugo o en rebanadas; sin embargo, es más recomendable consumirla fresca, ya que posee bromelina, una enzima que facilita la digestión.

La Central de Abasto de la Ciudad de México comercializa desde una pieza de piña en la Nave I-J, o si usted lo prefiere, puede adquirirla por caja o por docena en las Naves MN, ST y UV, donde podrán encontrarse en sus diferentes tamaños.

Los estados productores de esta fruta son principalmente Veracruz, Oaxaca, Nayarit, Tabasco y Chiapas, y los meses de mayor producción son de enero a septiembre.

En nuestro país se cultivan diversas variedades de piña, entre las que destacan la cayena lisa, criolla, esmeralda, y roja española. Cabe mencionar que las piñas solo alcanzan la maduración perfecta antes de cosecharlas.

Esta fruta es rica en vitaminas C, B1 y B2, fósforo, calcio, hierro y en fibra, lo que la convierte en un poderoso diurético, además de poseer características antiinflamatorias. Lo ideal es tomarla al natural, sobre todo después de una comida abundante, pues ayuda a disolver los lípidos y las albúminas.

Se utiliza en la elaboración de diversos platillos como en los tacos al pastor, pollo a la hawaiana y salsa de habanero con piña, entre otros, además en distintos postres como pastes, pasteles, gelatinas, tartas y ensaladas, así como aguas, jugos y otras bebidas.

También tiene diferentes usos en la agroindustria, ya que puede ser utilizada en jugos y néctares enlatados, rebanada y trozo en almíbar, mermeladas, jaleas e incluso hay quienes utilizan la cáscara para hacer vinagre.

El extracto de piña, rico en enzimas, habitualmente en las industrias cárnica y cervecera sirve para ablandar carnes procesadas y aclarar el color de las cervezas.

El follaje y la semilla se usan como forraje para el ganado porcino, caprino, bovino o equino, incluso en épocas de sequía es el único alimento disponible en muchas regiones tropicales.