México. - El accidente en el Metro en la Línea 12 registrado la noche de ayer 3 de mayo, ha dejado un saldo preliminar de 24 personas muertas, así como más de 70 lesionados y diversos damnificados.

Tal es el caso de Miguel, quien desde hace cerca de 10 años dejó su natal Tabasco y llegó a la Ciudad de México (CDMX), donde por un largo tiempo ha vivido en situación de calle.

Durante el día, Miguel se dedica a la recolección de botellas y latas para venderlas en centros de reciclaje. Al día gana un promedio de 30 pesos.

Cuando llega la noche, al no tener un hogar o al menos un cuarto con techo, Miguel debe buscar un refugio al aire libre. 

Usualmente, encontraba su cobijo en la Avenida Tláhuac, justo debajo del puente del Metro de la Línea 12 que se cayó la noche de ayer 4 de mayo.

La caída en el Metro en el tramo de las estaciones Olivo y Tezonco, provocó que decenas de personas que se dirigían a su casa tras su jornada laboral, no lo consiguieran.

"Se cimbró la banqueta de donde estábamos"

A Miguel, aun cuando no cuenta con una casa a la cual llegar, el accidente en el Metro sí le arrebató el techo que por años se había convertido en su refugio.

Entrevistado por Ruido en la Red, Miguel narra que mientras se encontraba descansando junto a varios amigos por debajo del puente del Metro que se accidentó, escuchó "como si tronara un fierro".

"Eran más o menos como las 10 de la noche cuando se escuchó como si tronara un fierro, se cimbró la banqueta de donde estábamos nosotros acostados"

Miguel. Joven en situación de calle

Al escuchar el inusual crujido de la tierra -narra Miguel- salió corriendo junto a sus amigos sin importar que en la huida dejaran en el lugar sus pocas pertenencias que quedaron bajo los escombros.

En su torpe escapada del punto cero de la tragedia, Miguel recuerda que ocurrió la escena catastrófica.

"Cuando de repente íbamos corriendo y nos caímos por que se vino el cimbradero grande... Se vio como se vino el Metro abajo en 2, se hundió"

Miguel. Joven en situación de calle

Con voz entrecortada, Miguel señala que no le gusta recordar lo ocurrido, pero tiene bien grabado en la mente la desesperación de la gente, pues dice que fue "horrible".

De la misma forma, el joven en situación de calle agradece que a pesar de lo ocurrido, tuvo la "bendición de Dios" para seguir vivo.

"Venía llorando por la gente que no se despidió de su familia"

A pesar de no ser originario de la CDMX, Miguel ha pasado un largo tiempo en la capital, sobre en todo en las calles, donde vive de cerca varios de sus problemas.

Debido a su ocupación como recolector de botellas y latas para su reciclaje, Miguel recorre la zona del accidente en el Metro unas 6 veces al día. 

Conoce bien la zona, incluso tal vez conoció a alguna de las personas murieron en el accidente.

La caída en el Metro, acepta el joven, le ha causado una profunda tristeza por todas aquellas personas que no pudieron llegar a su casa, por todas aquellas personas que no pudieron despedirse de su familia.

"Venía yo llorando desde la Nopalera, por que dije, hay gente que a lo mejor no se despidió de su familia"

Miguel. Joven en situación de calle

Pese a la tristeza que no puede ocultar entre su voz entrecortada y sus ojos llorosos, Miguel no deja de recriminar a las autoridades por su responsabilidad en la tragedia.

"Por una idiotez de nuestras autoridades que quieren llevarse un dinero a la bolsa, compran materiales de mala calidad y ahí están las consecuencias"

Miguel. Joven en situación de calle